El calor y el bajo nivel en el que se encuentra el embalse del Guadiloba ha provocado un empeoramiento en la calidad del agua, según explicaron fuentes municipales. De hecho muchos cacereños se han quejado de que desde hace unos días presenta peor olor y sabor, aunque desde el ayuntamiento aseguran que "el agua puede beberse y usarse con normalidad".

El Guadiloba se encontraba a fecha de ayer, 31 de agosto, al 39,5% de su capacidad, en menos de un mes ha descendido más de dos puntos. Sin embargo, desde el consistorio afirman que, a pesar de ser uno de los peores años en cuanto a sequía, mientras el Almonte mantenga sus niveles --ayer su cota era la de 193-- "no habrá problemas de abastecimiento, aunque --dicen-- es muy importante que llueva".

Para solucionar el empeoramiento de la calidad del agua los técnicos han aumentado la dosificación del carbono activo y del ozono. De esta manera la perozonización se ha incrementado a 3,5 miligramos por litro mientras que "la semana pasada los niveles eran de dos miligramos por litro", confesó el director técnico del Canal de Isabel II, José Luis Castaño, aunque ni él ni el ayuntamiento supieron fijar una fecha en la que el agua volviera a tener la calidad anterior: "esto es un proceso continuo, puede tardar una semana", dijeron.

El tratamiento de ozono lleva activo desde el mes de enero y según aseguran fuentes municipales "está siendo muy efectivo, otros veranos recibíamos quejas sobre la mala calidad del agua en cuanto empezaba el calor, este año se están produciendo ahora, a finales de agosto".