Consideran que el documento de Icomos "contiene desconocimiento fragrante" sobre las niveles de protección de las parcelas en las que se construye el hotel. Afirman que "no se ha modificado ni reducido el nivel de protección de los inmuebles catalogados", aunque recuerdan que la normativa permite, "excepcionalmente, proponer sustituciones de edificios, siempre que no sean de nivel de protección ambiental singular o superior".

Campesino y Pizarro descartan que se hayan "demolido" las edificaciones existentes. Hablan en su informe de "vaciado" y aseguran que se han mantenido "los valores ambientales de la escena urbana, desde la óptica de la ´intervención singular´ contemplada en el Plan Especial, normativa que regula las intervenciones en el casco histórico.

En cuanto "a las potenciales afecciones" a los Bienes de Interés Cultural --citan el palacio de los Golfines de Arriba--, entienden que el archivo de la causa de intento de paralización por el juzgado "da por zanjada una reclamación difícilmente justificable, sobre grietas que pueden ser perfectamente históricas".