Los restos humanos que el día 2 del pasado mes de abril aparecieron en la escombrera de la localidad de Alcuéscar no presentan signos de violencia. Así lo recoge en su informe el Instituto Nacional de Toxicología, con sede en Madrid, donde fueron remitidos desde el Instituto Anatómico Forense de Cáceres, tras un primer examen, para la realización de un estudio más exhaustivo y profundo.

El informe del Instituto Nacional de Toxicología viene a confirmar, así, el que inicialmente realizó el director del instituto cacereño, José María Montero, que manifestó que no presentaban indicios de violencia y que por las marcas de rotulador apreciados en ellos podrían haber sido utilizados por algún estudiante de medicina.

Ahora, el informe toxicológico determina que los tres huesos aparecidos --un craneo, un peroné y un radio-- "pertenecen a más de un individuo de la especie humana y son restos, seguramente, pertenecientes a varones". Se añade que éstos debieron fallecer a una edad relativamente avanzada, más de 60 años; y que las estaturas de estos individuos oscilaban entre 1,51 y 1,64 centímetros.

Asimismo, se indica que no se han encontrado en ellos indicios que permitan orientar sobre la causa de la muerte, así como que la data de los restos es indeterminada, "pero tienen --se matiza-- 10 años mínimo.