El portavoz de la plataforma Milana Bonita, Juan Carlos López, ha valorado las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del Estado para el tren extremeño «me parece bien que ahora hagan inversiones, pero lo primero que tienen que hacer es aprobar los presupuestos, porque como no los aprueben, no nos sirven para nada las inversiones que tienen previstas». López ha lamentado que en este proyecto de presupuestos no haya ninguna partida significativa para las líneas que, a su juicio, vertebrarían la región, como la Vía de la Plata, tanto al norte como con Sevilla, las que unirían Extremadura con el corredor Mediterráneo y Portugal. «Los políticos hacen lo que creen conveniente, pero el pueblo tiene otras necesidades, muchas veces diferentes a lo que dicen los políticos», considera el portavoz de Milana bonita. Así mismo, incide en que la reivindicación de estas líneas supondría para Cáceres una mejora en el turismo y el comercio.

Juan Carlos López ha criticado las modificaciones de horarios de las líneas extremeñas, «artimañas para que los trenes lleguen más o menos a su hora». También ha puesto de manifiesto que el Talgo, que volvió a la región a principios de marzo tras ocho años sin prestar servicio, no soluciona el problema de infraestructuras ferroviarias en la región, «ese Talgo es del siglo pasado, por las vías de Extremadura no pueden circular trenes que tengan una categoría superior, así que tenemos que utilizar trenes del oeste, nunca mejor dicho, absolutamente antiguos, porque hay tramos donde no pueden superar los 50 kilómetros por hora», explica.

Pero donde más incide el portavoz de Milana bonita es en la necesidad de recuperar el tren Vía de la Plata, al que no renuncian, «vamos a luchar por él hasta el final» y ha lamentado que «hayamos perdido ya la oportunidad de tenerle en un futuro próximo». Juan Carlos López añade, «si ahora mismo nos planteamos el que se haga una nueva base para que vayan las líneas por el norte, por la Vía de la Plata, estamos hablando del 2050 ó el 2060, y entonces ya no necesitaremos trenes porque iremos en coches voladores», concluye con ironía. C. H. M.