El conductor que hace un año atropelló a un anciano en la zona de Nuevo Cáceres, y que tras el accidente arrojó una tasa de alcohol cuatro veces superior a la mínima permitida, manifestó ayer en el juicio que "aunque había bebido algo me sentía capacitado para conducir". Pero también reconoció, no obstante, que "si no hubiese bebido quizás habría podido controlar el coche y evitar lo que pasó".

Eran las 17.30 horas del 13 de abril del 2005. Genaro A. S. S. circulaba por el carril de la izquierda de la calle Juan Solano Pedrero cuando, ante un vehículo parado delante de él, perdió el control. No consiguió frenar y se subió al seto del paseo central, colisionó con el otro coche y, tras chocar contra un banco que arrancó de su anclaje, arrolló brutalmente a un anciano, que quedó bajo el vehículo.

Fue un trágico suceso que ayer, un año después, se revivió en el Juzgado de lo Penal, donde Genaro A. S. S. fue juzgado por un delito de lesiones imprudentes por el que el fiscal y el abogado de la acusación, Juan Carlos Iglesias, piden 2 años de prisión y 4 años de retirada del permiso de conducir. La defensa consideró que procede la pena mínima, de 3 a 6 meses de prisión.

Tanto el acusado como su abogado advirtieron que fue la presencia de un coche parado indebidamente en un carril de circulación lo que motivó el accidente; y que no circulaba a excesiva velocidad. Estos extremos fueron cuestionados por el fiscal e Iglesias Toro, haciendo constar los graves daños que causó y el "brutal" impacto contra el anciano, "lo que presupone velocidad alta", y la alcoholemia.

Genaro A. S. aseguró que el accidente "me ha afectado muchísimo y no he vuelto a beber desde el día en que se produjo", y puso de manifiesto no haber tenido ningún otro accidente en los 20 años que lleva conduciendo, así como que por el trabajo que desempeña en la diputación necesita el carné, "pues dos o tres veces por semana tengo que desplazarme a diferentes municipios de la provincia".

GRAVES SECUELAS Además de la pena de prisión, el abogado de Valentín García solicita el pago de una indemnización a éste de 251.000 euros "por las graves secuelas que sufre" (la Junta le reconoce un 54% de minusvalía).

Y es que aunque el letrado de la compañía aseguradora Mutua Madrileña Automovilista, a quien corresponderá el pago de la indemnización --la cifran en un máximo de 21.000 euros--, trato de demostrar que las dolencias que sufre Valentín García de 73 años, son consecuencia de la edad, el informe médico pericial asegura que las secuelas que éste presenta son muy graves y consecuencia del accidente.

"Valentín García sufre unos síntomas muy invalidantes, como alteraciones cognitivas y de la memoria tan graves que incluso ha habido que remitirle a la Unidad de Salud Mental; también tiene alteraciones de oído que le afectan en la inteligibilidad y la capacidad de conversación; y otras alteraciones".