Aunque lo primero que deja claro el bombero cacereño Luis del Amo es que el rescate in extremis del que él y otro compañero, Ismael Fondón, fueron ayer protagonistas fue un "trabajo de equipo", lo cierto es que su rapidez de actuación y habilidad contribuyó a salvar la vida de la joven Begoña R.

Los dos fueron los encargados de acceder a la vivienda por la escalera interior del edificio. Cuando llegaron arriba, el humo era insoportable. "No se veía un pimiento, hemos rastreado el piso hasta dar con la habitación en la que podía estar la muchacha", explicó Del Amo. La situación era de "muchos nervios" --reconoció--, ya que no estaban seguros de si había más gente en la vivienda ni dónde estaba la chica.

"Estaba agarrotada"

Al alcanzar la ventana donde ésta trataba de escapar del humo, enseguida se avalanzó hacia ella y la sujetó, ayudándola a entrar de nuevo en la habitación. "Estaba totalmente agarrotada y se quejaba de que no podía respirar", manifestó.

El bombero asegura que temió realmente que se tirara o no aguantara. "Ella sola no hubiera podido salir de la casa, había demasiado humo y no se veía nada", explicó. De hecho, en cuanto la tenían sujeta le colocaron una careta de aire comprimido para que pudiera atravesar la humareda y entre los dos, la sacaron al rellano, donde la policía local se hizo cargo de ella.

Tanto Luis del Amo como Ismael Fondón fueron los héroes ocasionales de la historia, aunque aseguran que les tocó a ellos como pudo haberles tocado a otros compañeros. "No hacemos estos rescates todos los días, pero sí hemos realizado ya unos cuantos, aunque estos son muy espectaculares y te ayudan a seguir el día a día".

Una vez a salvo la joven, los dos bomberos iniciaron las labores de extinción que duraron apenas veinte minutos. Tenían servicio de 24 horas, así es que su jornada laboral no había hecho casi más que empezar. Eso sí, no todos los días la arrancaban salvando una vida.