Mucho se ha echado de menos en la Procesión de Bajada y en el pregón de este año a la cantaora Felisa Rodríguez. Un problema de salud del que ya se recupera le impidió acudir, pero afortunadamente estos días no ha faltado a la Novena.

--¿Cómo se encuentra?

--Estoy que parece que llevo unos días mejor, pero muy cansada. El médico me ha dicho que he trabajado mucho durante todo este tiempo, que he querido estar en todos los sitios y no puede ser. Me ha dado un dolor fuerte debajo del pecho aunque no tengo nada de corazón.

--No pudo estar ni en el pregón ni en la Bajada...

--Juro por mis hijos y mi vida entera que estaba con un dolor de mi alma. No imagináis la gente que me ha llamado, pero ya sabéis que si no he podido estar ha sido por un motivo grande. Pero me daba el dolor por la mañana y no podía coger el aire porque me faltaba. Me he metido mucha paliza, me había ido a la Pascua en San Pedro de Alcántara y al día siguiente me fui al Jesús Resucitado en el R-66, estuve cantando en Coria, acudí al Santo Entierro... Es que me iba de un sitio a otro, y nada más que correr, correr y correr. ¡Qué sufrimiento he tenido de estar mi hermanos con la Vigen Santísima y yo no poder estar con Ella!

--Afortunadamente está acudiendo a la Novena...

--No me privo porque tenemos un orador de Castellón, Antonio Sanfélix, que es maravilloso, que es un fuera de serie. El don de palabra que tiene, cómo se mete a la gente en el bolsillo, cómo habla de la Virgen Santísima como si conociera Cáceres de siempre. Me encanta escuchar sus homilias, la manera en la que habla de la devoción que Cáceres siente por la patrona.

--¿La Virgen la está ayundando?

--Muchísimo. Me está dando mucha fuerza. La tengo a Ella, a mis hijos y a Angel, mi marido, que lo tengo constantemente en mi memoria y lo echo muchísimo de menos porque era locura que tenía por su familia y por sus niños.