Antonio Méndez, Lua , lleva más de 25 años regentando un desguace en el kilómetro 543 de la Nacional 630. Con la nueva normativa, su negocio amenaza ruina: "Nos obligan a no poder seguir con mi negocio", afirma. Las reformas, previstas en el plan del Ministerio de Medio Ambiente, alcanzan los 120.000 euros (20 millones de pesetas), y consisten en la adquisición de nuevo material y en obras en sus instalaciones de 4.000 metros cuadrados.

"Estamos indecisos y no nos creemos todavía lo que va a pasar", dice en nombre de otros colegas del sector en la misma situación. Señala que las medidas no están acordes con la realidad de los desguaces y se queja de que no se tenga en cuenta la inversión que ha realizado durante los últimos años: "A ver quién me paga a mi todo lo que he invertido aquí", insiste, mientras señala como solución que la Administración facilite la obtención de créditos blandos a los empresarios del sector.

Pero mientras tanto, Antonio Méndez afirma que las ayudas económicas no han llegado todavía y se plantea el futuro: "Si no puedo seguir con esto, me buscaré la vida de otra forma. Tengo otras opciones", dice.