Hoy ya casados y esperando su primer bebé se encuentran David y Alba, que hace dos años solicitaron de forma conjunta, como pareja, una de las viviendas de 60.000 euros del Junquillo. Como otros muchos acudieron el 14 de abril del 2007 al sorteo que se celebró en el Auditorio, y aunque no resultaron agraciados, sí quedaron como reserva. Por ello mantuvieron la esperanza, que se vio recompensada, "y la ilusión fue aún mayor", cuando unos meses después les llamaron para comunicarles que se les había adjudicado una vivienda.

Reconocen que aquella alegría se ha transformado hoy en "una gran desilusión, pues no tenemos nada". Les han dejado una pequeña casa, apenas 50 metros cuadrados, en la que no saben como podrán estar cuando nazca su bebé, "y cada día que pasa nos desesperamos un poco más, pues vemos que el problema no se resuelve, que las casas no se empiezan".

Para ellos, lo reconocen también, no es fácil poder acceder a otro tipo de vivienda, por lo que son conscientes de que "no nos queda otro remedio que armarnos un poco más de paciencia, más de la que ya tenemos, y confiar en que las autoridades resuelvan el problema", dicen con esperanza.