De las diez grandes ciudades del país, la mitad ya fotografía sus cruces. Madrid ha puesto 26 cámaras y Barcelona suma una veintena que rota por los 48 puntos habilitados para colocarlas. También optaron por este control Sevilla (6), Valencia (1) y Bilbao (6). Los gobiernos locales califican de necesarios los foto-rojos. Defienden su instalación por la drástica caída de las infracciones y los accidentes una vez que se instalan. Según una información que recoge el diario 'El País', en Bilbao señalan que la siniestralidad bajó un 32% en los puntos donde se colocaron los aparatos puestos en el último trimestre de 2009.

"En uno de los cruces, redujimos de 3.000 faltas el primer año a 1.500 el segundo", continúan en San Sebastián. "Se hace para evitar una conducta de riesgo. No respetar los semáforos rojos fue la cuarta causa directa de accidente en 2013", remachan en Barcelona.