Pocos y con retraso. Los trenes que comunican Cáceres con Madrid y Barcelona fueron un calvario para los viajeros que decidieron utilizarlos el pasado martes. "Con las prisas y la falta de costumbre, dos personas mayores se han caído en la estación de Zaragoza", explica una de las viajeras que se apean en Cáceres tras más de nueve horas para cubrir el trayecto desde Barcelona. Ha tenido que subir a tres trenes y esperar más de una hora en Zaragoza por el trasbordo a un AVE.

Pero la odisea no terminó allí. Al llegar a Madrid, donde el Talgo vespertino con destino a Cáceres les esperaba desde hacía una hora, cambió de nuevo de tren. "Desde Zaragoza ha habido gente que venía de pie. Y lo peor es que nadie nos ha explicado qué pasaba", afirma.

Otros viajeros muestran su incredulidad y señalan haber escuchado como motivo del retraso el accidente ocurrido en la noche del domingo en la línea Sevilla-Cádiz, debido a un coche atravesado en la vía. Ni siquiera la bebida a la que les invitó Renfe en el viaje a Cáceres quita las ganas de reclamar a los viajeros. Los que salieron de Madrid en el Talgo no podrán hacerlo porque el retraso no superó la hora. Los de Barcelona sí a pesar del cansancio.