Su presentación lo dice todo: "Joven formación de ocho músicos con un potentísimo directo abierto a la improvisación y al humor más despiadado". Estas han sido las claves para convertir a Los Niños de los Ojos Rojos en una de las bandas cacereñas más consolidadas, con mayor caché y demanda por toda España (han tocado en el Womad o Viñarock). Cualquier música folk del planeta les inspira, y logran un espectáculo singular de música tradicional irlandesa o balcánica alternada con ritmos más modernos como funk, ska, rap, rock o latin jazz, aderezada con solidaridad. "Queremos divertir, pero también hacer pensar", declaran. Su segundo disco autoproducido, ´Hijos del humo´, lleva 5.000 ventas.