La primera asociación regional de familiares y afectados de ictus (Afiex) solicitó ayer la ayuda municipal para habilitar un local como sede del colectivo y llevar a cabo una campaña que les dé a conocer. La presidenta y la tesorera del colectivo, Vanesa Retortillo y Juani Solano, respectivamente, se reunieron ayer con la alcaldesa, Carmen Heras para darle a conocer la asociación --se constituyó hace tres meses-- y pedirle que les proporcionen un local en el que puedan poner en marcha servicios asistenciales para familiares y enfermos de ictus.

Ambas insistieron en la necesidad de contar con un espacio en el que puedan crear un aula de rehabilitación que ofrezca el servicio de fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales y psicólogos, y están recabando medios para difundir la imagen de la asociación en la región, donde no existía hasta ahora un colectivo que aglutinara a los afectados. Retortillo, que sufrió un ictus con 23 años, afirmó que hay cerca de 3000 afectados en la región.

La alcaldesa les transmitió su apoyo y el de la corporación en la medida de sus competencias, y les puso en contacto con la Concejalía de Asuntos Sociales para canalizar la colaboración municipal, integrada ya en consejo local de Discapacitados.