La nueva directiva de la asociación de vecinos de Las 300 defiende que está legalmente constituída desde el pasado mes de noviembre, cuando se eligió "por mayoría", según consta en las actas del 24 de noviembre, a Santiago Almeida como nuevo presidente de la asociación vecinal. El era uno de los integrantes de la gestora que se constituyó el 24 de junio, cuando el entonces presidente, Manuel Jarillo, "dimitió después de que hiciéramos público que su gestión estaba repleta de irregularidades que no descartamos llevar al juzgado", explicó el actual presidente.

En esa primera reunión, convocada a instancias de un grupo de vecinos que recogieron firmas en el barrio, estuvieron también el presidente de la Asociación de Vecinos de Hispanoamérica Raimundo Medina y la edil de Participación Ciudadana, Carmen Lillo, que reconoció ayer que "además de las irregularidades en la gestión y de no convocar las asambleas que establece la ley", el entonces presidente "no justificó ninguno de los gastos e ingresos de la asociación", reconocía ayer la concejala, que tuvo acceso al libro.

Según consta en el ayuntamiento, entre 1999 y el 2006 --excepto los años 2004 y 2005--, la asociación de vecinos de Las 300 recibió de las arcas municipales en concepto de subvenciones cerca de 12.000 euros cuyo uso no aparece justificado en el libro de cuentas de la asociación. "De hecho no hay nada justificado en el libro de cuentas, la primera cifra es del año 2003. ¿Y los anteriores? ¿Y la cuenta de la asociación de vecinos?", se preguntaba el actual presidente.

Almeida se defiende de las acusaciones del expresidente del colectivo vecinal, que acusó a la actual directiva vecinal de "golpistas" y de haber accedido a la directiva de forma irregular. "Jamás he dado un golpe. Hemos hecho todo según los procedimientos, cumpliendo con la ley que es como se hacen las cosas", explicó Almeida, que señala a Jarillo como culpable de que no hubiera "ni un socio inscrito", cuando ellos accedieran a la directiva. "En los ocho años al frente de la asociación no ha hecho nada por el barrio", zanjó.

El ayuntamiento está tramitando además el desahucio de otro local de propiedad municipal colindante con el de la asociación de vecinos, en la plaza de la Fe, que Jarillo ocupa desde el 2003 "sin autorización", recalcó Carmen Lillo.