Ignacio Ferrer Cazorla, nuevo presidente de la asociación de los rotarios, ha situado como uno de los objetivos de su mandato la remodelación del centro de los Hermanos de la Cruz Blanca. Se trata de un proyecto complicado, «que nos desborda, ya que el coste de la infraestructura está entre los 2 y 3 millones de euros», por lo que destaca la necesidad de «implicar a los ciudadanos, asociaciones y administraciones locales, provinciales y nacionales».

El presidente también ha anunciado la inminente creación de una sede de rotarios en Plasencia, que contará desde sus inicios con unos 20 socios. Por otra parte, destaca que se continuará con los proyectos anteriormente llevados a cabo por la asociación.

Como cada año, el colectivo de rotarios de Cáceres elige a su nuevo presidente. Este año ha sido el turno de Ignacio Ferrer Cazorla, decano del Colegio Notarial de Extremadura y muy comprometido con los objetivos de la organización, que compagina con su actividad notarial.

La Rotary International nació hace más de un siglo en Chicago y desde entonces no ha parado de crecer por todo el mundo. Siempre ha estado marcada por una voluntad de servicio a la comunidad, así como el cuidado del medio ambiente, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida tanto de países desarrollados como no desarrollados.

La sede de Cáceres, que este 2018 cumple 30 años, es una de las más reconocidas a nivel nacional e internacional gracias a los proyectos que lleva a cabo en colaboración con otros países. Destacan la erradicación de la polio, con gran éxito, la ayuda a los refugiados o la construcción de una escuela en Marruecos. A nivel local también se realizan proyectos de diversa índole, como la ‘operación patata’, las ‘dehesas solidarias’ o las becas a estudiantes.

Para esta asociación, formada en Cáceres por unos 35 empresarios y trabajadores de alta cualificación que se reúnen una vez por semana, los valores fundamentales son la amistad entre sedes, el servicio a la comunidad y la solidaridad.

A pesar de que los socios solo pueden formar parte de la organización a través del apadrinamiento por parte de dos miembros, cualquier persona puede colaborar con donaciones. La asociación se nutre principalmente de las cuotas fijas pagadas por los socios, las aportaciones voluntarias y la recaudación de eventos como campeonatos de pádel o catas gastronómicas. El objetivo principal, destaca su presidente, es «devolver a la comunidad todo lo que nos ha dado».

Además, existen dos secciones, Interact y Rotaract, en las que jóvenes de 12 a 18 años y de 18 a 30 años pueden iniciarse en el voluntariado a través de la puesta en marcha de actividades solidarias, con el objetivo de adquirir la capacidad de liderazgo necesaria para formar parte de la asociación de los rotarios en un futuro. Por ello, Ignacio Ferrer Cazorla señala la apertura del colectivo a la participación de cualquier miembro de la sociedad, a pesar de la idea de elitismo que se suele tener sobre ella.

La presidencia se renueva cada año en todas las sedes con el consenso de sus miembros. En el perfil de los elegidos destaca la capacidad de liderazgo y el compromiso con actividades solidarias. Ferrer Cazorla ha querido destacar el lema que acompañará su mandato, «sé la inspiración», que implica que el objetivo de los rotarios es «inspirar y concienciar a la sociedad para solucionar los problemas que todavía existen, no solo en España, sino también en otras zonas del mundo».