La Asociación de Vecinos Nuevo Cáceres exigió ayer al ayuntamiento que tome medidas para evitar los excesos de velocidad que, denunciaron, se producen a diario en las avenidas de Pierre de Coubertin y de Dulcinea. En ésta última un peatón fue atropellado el pasado miércoles por un vehículo BMW que le arrolló cuando estaba en un parque.

El hombre, de 70 años, seguía ayer en estado grave. Valentín G. Q., vecino de Las 300, sufre traumatismo craneoencefálico y permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Infanta Cristina de Badajoz. Mantiene sus constantes vitales estables, aunque las próximas horas serán claves para conocer su evolución, según informó el Servicio Extremeño de Salud (SES).

La mujer de 35 años que conducía el Renault Mégane Scenic contra el que impactó el BMW fue dada de alta el miércoles tras sufrir un esguince cervical y permanecer varias horas ingresada en el San Pedro de Alcántara. M. S. G. G., de 35 años, viajaba con su bebé de 18 meses que también resultó herido leve. Santos Parra, edil de Tráfico, confirmó que el conductor del vehículo que arrolló al peatón dio positivo en el test de alcoholemia con más del triple de la tasa permitida, con 1,04 miligramos de alcohol por litro de aire expirado.

PETICION VECINAL Por su parte, José María Tovar, presidente de Nuevo Cáceres, dijo que el accidente "se veía venir" y que ya había avisado al ayuntamiento de los excesos de velocidad que se producen en el lugar del suceso. Tovar demandó medidas en las dos principales avenidas que cruzan el barrio. Entre ellas, propuso cámaras de control, semáforos en los pasos de peatones y guardias tumbados de cemento como los de Rodríguez de Ledesma, además de policías que regulen la entrada y salida del colegio María Auxiliadora. Parra anunció que el gabinete técnico de la policía local estudiará si estas medidas son viables.

La concejala de distrito, Basilia Pizarro, mantuvo ayer una reunión de trabajo en la sede vecinal y visitó el lugar del accidente junto a familiares del peatón y vecinos.