Esceptismo y cautela entre vecinos y empresas de Nuevo Cáceres tras el anuncio del inicio de las obras de un centro comercial y un hotel a cargo de Pinilla durante esta legislatura, siempre y cuando obtenga los permisos administrativos. La constructora reclamó el pasado martes al gobierno local que agilizara los trámites para que ambos proyectos pudieran comenzar antes del 2010 y avisó de que podrían producirse nuevos retrasos en caso de no acelerar el proceso.

El plazo marcado por la empresa al consistorio dejó ayer indiferente a los portavoces de la asociación vecinal encabezada por su presidente José María Tovar. "Es un escepticismo consolidado en los propios hechos. En el barrio se sigue especulando con el terreno urbanístico porque, en cuestión de siete años, se han incrementado los precios en un 200%", subrayó este portavoz.

Y es que la radiografía de la situación del barrio trazada por los vecinos evidencia carencias en el comercio por precio y distancia. "Llevamos nueve años sin una tienda en condiciones donde hacer una compra a un precio normal", apuntó Tovar, que recordó que la empresa Pinilla le ha asegurado que "necesita un permiso especial para iniciar la obra" del centro comercial.

Empresarios consultados ayer por este diario lamentaron que aún no se hayan iniciado las obras. Manuel Polo, con un taller mecánico frente a la parcela del centro comercial, pidió a los promotores que "no pongan excusas porque los permisos están hechos hace mucho tiempo" y lamentó el retraso de la obra. "Tenía que haber estado hecho hace al menos tres años", dijo.

Antonio Sánchez, estanquero en la calle San Petersburgo y directivo de la asociación empresarial, recordó que la espera del centro comercial "dura ya nueve años" y reclamó que se ponga fin a la recepción del barrio. "Si dependiéramos de él ya habríamos cerrado", subrayó.

Para el hostelero Joaquín Barroso, "hay que instar a la Junta de Extremadura a que dé un permiso especial para que las obras comiencen ya". Añadió que "si Pinilla tiene intención de hacerlas, las máquinas tienen que entrar al día siguiente. No se puede permitir que los puestos de trabajo se pierdan ni que los pisos estén al precio que están".