Los distritos del oeste de la ciudad tendrán a partir de este año 450 nuevas plazas docentes. El colegio público García de Paredes, antiguo centro de menores convertido en recinto educativo de Infantil y Primaria tras unas profundas reformas, iniciará en septiembre su curso inaugural. Pese a tratarse del primer año, un centenar de alumnos ya se han inscrito al nuevo centro, que irá completando todos los niveles a medida que los estudiantes superen los cursos. Finalizan por tanto los años de saturación del colegio El Vivero.

El recinto tendrá dos aulas por curso "y estará dotado de todas las instalaciones que exige la normativa educativa: biblioteca, gimnasio, pistas polideportivas, sala de usos múltiples, baños independientes en cada aula de Infantil... El diseño y el mobiliario guardan una línea muy moderna, bastante alegre y adecuada para un centro escolar", explicó el martes la directora provincial de Educación, Emilia Guijarro.

La adaptación del edificio para el nuevo uso ha supuesto un desembolso de un millón de euros en obras y 250.000 euros en equipamiento, aportados por la Junta de Extremadura. Todo está a punto para el inicio del curso, incluida la plantilla docente y la directora, Josefa Salas, que ha tenido bajo su responsabilidad distintos centros de la provincia. "Son profesionales con mucha experiencia", matizó Guijarro.

Las nuevas instalaciones aliviarán el colapso escolar de la zona oeste, en continua expansión urbanística, y la fuerte demanda que soportan las clases de El Vivero desde hace tiempo. De hecho, la Dirección Provincial de Educación habilitó el pasado año dos aulas provisionales junto a dicho colegio adscritas al García de Paredes, que por entonces se encontraba en obras.

ZONAS PENDIENTES Una vez solucionado el colapso de la zona oeste, el problema se deriva a las barriadas del norte, concretamente a La Mejostilla, donde los vecinos demandan la construcción de un colegio público y amenazaron la pasada semana con realizar protestas si las respuestas no llegan. El centro más cercano, Extremadura, situado en Pinilla, también está saturado sin posibilidad de crear nuevas plazas, mientras la barriada continúa en crecimiento con nuevas urbanizaciones en proyecto.