Los arquitectos madrileños Emilio Tuñón y Luis Mansilla se han puesto definitivamente manos a la obra para modificar el proyecto de construcción del hotel Atrio en la plaza de San Mateo, cuyo diseño inicial provocó un amplio rechazo ciudadano y la negativa final del ayuntamiento en marzo.

Con este antecedente, los responsables del diseño han retomado el proyecto en el que "no se tocará la fachada", según declaró ayer a este diario Emilio Tuñón. "Habrá aumento cero de volúmenes y altura", añadió.

El nuevo diseño está bastante adelantado y, según comentó tanto el arquitecto como el copropietario del restaurante que promueve la iniciativa, José Polo, en cuanto esté terminado se presentará a las instituciones competentes, al colegio de Arquitectos y públicamente a los ciudadanos para que lo conozcan en profundidad.

Tras las críticas que suscitó el primer proyecto, calificado de muy modernista y transgresor con el patrimonio cacereño, los propietarios de Atrio decidieron no continuar con la propuesta, aunque finalmente reconsideraron su decisión, como ya publicó este diario a mediados de septiembre. "Tampoco pasa nada porque se haya tenido que repensar el planteamiento", reconoció ayer Emilio Tuñón. El cacereño José Polo apuntó por su parte que no se pueden hacer cosas "en contra de todo el mundo", de ahí la nueva idea.

Los arquitectos y los propietarios de Atrio han iniciado contactos con técnicos municipales para ajustar el proyecto a todos los requisitos legales y que no repitan los desencuentros. Uno de los promotores de la plataforma ciudadana que se creó contra el primer diseño, y que ha tenido acceso al nuevo, aseguró a EL PERIODICO que el nuevo planteamiento "no tiene nada que ver con el anterior", es más conservacionista y respetuoso con el entorno, por lo que expresó su convencimiento de que no se le pondrán objeciones.