La primera fase del nuevo hospital abrirá después de agosto del próximo año, fecha en la que se prevé que finalicen las obras. Los trabajos llevan más de cuatro años parados por un enquistamiento en el proceso de adjudicación, que está en los tribunales. Pero la inauguración de este centro hospitalario, que busca ser referencia a nivel regional, parece ver la luz. Ayer el Servicio Extremeño de Salud (SES) firmó el contrato con la Unión Temporal de Empresas (UTE) San José-Magenta, que se encargará de finalizar las obras de la primera fase.

A partir de ahora la adjudicataria tiene un plazo de un mes para reanudar los trabajos, aunque se espera que no agote todo ese periodo y que las máquinas vuelvan al hospital durante el mes de julio --este diario intentó ayer confirmar la fecha en la que se prevé el inicio de la obra con las adjudicatarias, pero no obtuvo respuesta--. Una vez que comiencen el plazo de ejecución son doce meses, por lo que la previsión es abrir esta infraestructura tras el verano del próximo año.

La inversión que se hará para finalizar esta primera fase es de 13,5 millones de euros, presupuesto que incluye la conclusión del edificio, la urbanización de la zona y la puesta en marcha del centro. En total esta primera fase costará cerca de 70 millones, si se suman los gastos ocasionados por los recursos presentados por dos de las anteriores adjudicatarias.

"Reanudamos una obra que lleva cuatro años parada. Eso tiene una implicación económica directa porque hay más de 40 millones invertidos en un edificio que, en su momento, fue la obra civil más importante que se ha hecho nunca en Extremadura", dijo ayer el gerente del SES, Ceciliano Franco, quien añadió que estas obras van a suponer un empuje a la economía de la región "porque van a generar un número importante de empleos".

MAL ESTADO La inauguración de la primera fase supondrá el cierre definitivo del hospital Virgen de la Montaña, que tiene problemas de seguridad porque sus infraestructuras se encuentran muy deterioradas --en menos de un año se han derrumbado parte de los techos del área de Oftalmología y de Rayos X--. Al nuevo hospital se trasladarán todos los servicios quirúrgicos que actualmente se prestan en este centro y en el San Pedro de Alcántara; el resto de áreas del Virgen de la Montaña se reubicarán en el hospital San Pedro.

Esta primera fase contará también con área de Radiología, servicio del que carece la provincia de Cáceres y que hasta ahora se presta a través de un convenio con una clínica privada. Para que los enfermos de cáncer puedan recibir sesiones de radioterapia será necesario construir un búnker, donde se instalarán las máquinas, y obtener el visto bueno del consejo de seguridad nuclear.

De la primera fase falta solo un 9% por ejecutar. Las instalaciones eléctricas y climatización están instaladas desde hace cuatro años, tiempo que lleva la obra paralizada. En estos momentos el SES está revisando todos los montajes para evaluar en qué situación se encuentran, por si hubiera que sustituirlos. El equipamiento y mobiliario se adjudicará mientras se termina la obra; todo ello con el objetivo de agilizar los trámites y que no exista impedimento para abrir el hospital dentro de doce meses.

De esta primera fase ya se han adjudicado también las direcciones facultativas de arquitectura, calidad y seguridad. Falta por contratar la dirección de instalaciones, concurso que ha quedado desierto, y adecentar los accesos. Habrá dos entradas: La principal, a la que se accederá mediante una glorieta ubicada en una parcela próxima a la vía de servicio de la N-521, y una secundaria, que rodeará el Centro de Cirugía Mínima Invasión. Para construir estos accesos es necesario obtener los permisos de Gobierno central y del Ayuntamiento de Cáceres.

El colegio de médicos mostró ayer su satisfacción porque se vayan a reanudar las obras. "Esperamos que no vuelvan a paralizarse los trabajos, que esta vez sea definitivo y que la ciudad tenga, en el menor tiempo posible, un centro de referencia que dé respuestas a las necesidades de los ciudadanos y de los profesionales de la salud", dijo el presidente del colectivo, Carlos Arjona. Pidió además que se agilice al máximo la construcción para poner en marcha cuanto antes la segunda fase.

Cabe recordar que la paralización del hospital del Cuartillo se remonta al año 2011, cuando la UTE que entonces ejecutaba la primera fase (Placonsa, FCC y Joca) solicitó un modificado de presupuesto de 9 millones de euros --ya había pedido otra ampliación de otros 9 millones antes--. El gobierno de José Antonio Monago (PP) se negó y resolvió el contrato con la UTE, que recurrió a los tribunales esta decisión. Además entre el SES y esta adjudicataria hay otro proceso judicial abierto, el de la liquidación de la obra. El SES fija un saldo a su favor de 5 millones de euros, mientras que la UTE cree que se le deben 450.000 euros. El juzgado debe resolver todavía cuál es la cantidad correcta.

También paralizó la obra Ortiz Carija, la UTE a la que se adjudicaron los trabajos tras resolver el contrato con Placonsa, FCC y Joca. La Junta la expulsó del proceso tras no presentar la documentación requerida en plazo. Este recurso ha tardado en resolverse cuatro meses pero, a día de hoy, todo está listo para reanudar las obras.