La obra del nuevo hospital de Cáceres alcanza el ecuador con un pronóstico favorable, según el cual los trabajos cumplen los plazos y el centro hospitalario podrá entrar en funcionamiento cuando estaba previsto: a más tardar en el 2011. La infraestructura sanitaria que se construye en la carretera de Trujillo avanza "razonablemente bien", tal y como ya dijo la consejera de Sanidad, Maria Jesús Mejuto, en su última visita a la obras en enero y ratifican desde su gabinete, donde insisten en que se mantienen los plazos previstos para la ejecución del proyecto.

Los trabajos se iniciaron en diciembre del 2006 --cuando el entonces consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, colocó la primera piedra-- con un plazo de ejecución previsto de 36 meses para la primera fase, y dos años más para las dos restantes.

Según esto, los trabajos constructivos de la fase inicial que ahora se está llevando a cabo, deberán concluir en el primer trimestre del año 2010, y en el último trimestre de ese año o el primero del siguiente se pondrá en funcionamiento ese módulo del hospital, que operará conjuntamente con el San Pedro de Alcántara.

Hasta que culminen las obras se compatibilizará el funcionamiento de ambas infraestructuras y se abrirán progresivamente las de nueva construcción: el materno infantil y el módulo médico, que se edificarán respectivamente en dos fases posteriores --aunque podrían unirse en una sola--.

¿Un hospital o un hotel?

Que no sea un hospital al uso. Es una de las premisas con las que se ha trabajado en el diseño del edificio, concebido "como un hotel", según figura en el anteproyecto y explicó ya el arquitecto que lo firma, Andrés Perea, quien dijo haber concebido el proyecto a partir de una arquitectura "jovial". En virtud de esto, se potencia la imagen de zonas como la cafetería, con un lugar preferente en el acceso principal, mientras que se protegen del visitante otras áreas como la de necropsia, o las salidas de residuos.

Los trabajos actuales abordan la edificación de la primera fase, el edificio de hospitalización, que está proyectado en forma de zig-zag, a partir de módulos unidos dos a dos, alternativamente a un lado y otro. Se trata de un edificio muy horizontal, con siete niveles de los que solo cuatro quedarán a la vista. Los tres restantes integran un basamento a partir de una planta técnica que albergará todas las instalaciones del complejo. Esta zona, bajo el nivel del suelo, es la que se está levantando ahora, de ahí que el edificio solo sobresalga levemente del nivel del suelo.

La fase inicial cuenta con un presupuesto de 53 millones de euros, 15 millones en la segunda y 19,2 en la que se proyectó como tercera. La zona que empezará a prestar servicio a más tardar en el 2011, alberga el módulo quirúrgico, que incluye la mayor parte del área de hospitalización y las unidades asistenciales (cafeterías, atención al usuario y locales para pacientes y familiares), además de los servicios de abastecimiento (cocinas, salas de máquinas) y la morgue.

Cuando concluya esta primera fase, el centro hospitalario contará con 204 camas --de las 476 que tendrá en total--, la unidad de Ciudados Intensivos, el centro de día, 56 de las 112 consultas externas, el servicio de Urgencias así como las zonas de rehabilitación y radiodiagnóstico. En las dos siguientes se completarán los puestos de hospitalización y de consultas externas y se levantará el área maternoinfantil, que será el último módulo que se traslade al nuevo hospital desde el San Pedro de Alcántara.

La funcionalidad y eficacia del gran complejo hospitalario es uno de los grandes retos del proyecto, junto con su ubicación --en las afueras de la ciudad-- que requiere un plan integral de transportes eficaz (accesos, canalización del tráfico y aparcamientos). El recinto hospitalario contará con dos accesos, uno por la carretera de Trujillo, y otro a través de la A-66. Desde ahí, y para evitar interferencias en el tráfico rodado en el recinto, se ha separado el acceso de vehículos de urgencias, de abastecimiento o vehículos privados.

Eficaz y sostenible

El complejo hospitalario contará además con 1.000 aparcamientos, de los que la mitad quedarán habilitados cuando concluya esta primera fase.

La sostenibilidad es otro de los criterios del nuevo edificio, que estará dotado de un revestimiento especial de aislamiento térmico para evitar que pierda energía, y 413 paneles solares, que suministrarán parte de la energía que requiere el nuevo hospital de referencia de la capital cacereña.