Noviembre del 2008 es la fecha prevista por el grupo empresarial Zadovías para el que será el hotel de 4 estrellas más grande de la ciudad. El Don Manuel, con 127 habitaciones, está situado en un sitio emblemático y estratégico. Emblemático porque se levanta sobre el solar que durante más de 80 años albergó el colegio San Antonio. Estratégico por su situación: está ubicado en la calle Margallo, en plena zona centro y a un paso de la ciudad monumental de Cáceres.
Pilar Acosta, responsable de Zadovías, confirmó a este diario que finalmente será el grupo hotelero Husa, que dirige el expresidente del FC Barcelona, Joan Gaspart, quien se encargará de la gestión del Don Manuel, un hotel que forma parte de un complejo con párking de dos plantas y 306 plazas (90 de ellas privadas y el resto de carácter público) y un residencial formado por 41 viviendas. En cuanto a las viviendas, habrá estudios de una habitación, apartamentos de dos y tres dormitorios y cuatro casas de cuatro habitaciones. También se prevé construir un piso de tipo dúplex.
El Don Manuel es la obra "más grande que en estos momentos se desarrolla en la ciudad", comentó Pilar Acosta, quien recordó que Construcciones Abreu es la que se encarga de su ejecución.
EL ENTORNO Los materiales exteriores del complejo guardarán similitud con el entorno; se utiliza mucho la piedra y se evita que desentone con el marco del casco histórico. Lo más novedoso es que la entrada principal del residencial será por la calle Margallo, que se unirá con la de San Justo a través de una zona peatonal. Por ese acceso, que coincide con el patio del antiguo colegio, se entrará al hotel, a las viviendas y al párking. Para evitar los desniveles de cota se prevé la instalación de escaleras y ascensor panorámico. El complejo residencial tiene 12.000 metros cuadrados de edificación y una inversión superior a los nueve millones de euros.
El antiguo colegio San Antonio cerró sus puertas el 25 de junio del año 2003 con una fiesta de antiguos alumnos. Poco después, el 13 de diciembre de aquel mismo año, la comunidad franciscana inauguró su nuevo centro escolar en la Sierrilla, donde construyó un edificio dentro de una parcela de 55.000 metros cuadrados. El colegio viejo empezó a derribarse en abril del 2006, mes en que comenzó la obra del complejo hotelero y residencial.
