Las obras del nuevo hotel de la calle Pizarro entran en su recta final tras un año y medio de trabajos en el inmueble y una inversión privada de tres millones de euros a cargo de la familia Pulido. Con una categoría de tres estrellas y 18 habitaciones dobles y tres suites, el hotel Albarragena, nombre en recuerdo a los vizcondes que fundaron la casa, estará listo antes de Semana Santa. "Nuestra idea es poder abrir en marzo", afirma Juan Pulido, gerente de 24 años e hijo de José Antonio Pulido, que falleció en noviembre del 2007 en un accidente cuando visitaba la obra.

El proyecto ha supuesto la rehabilitación de un antiguo edificio de finales de 1800, situado en el número 12 de la calle, con cerca de 3.000 metros cuadrados útiles en cuatro plantas. Fue la vivienda del conde de Santa Olalla, ministro de Hacienda con Isabel II, y sede de la primera banca de la capital cacereña. Tendrá también un restaurante abierto al público con capacidad para 250 comensales en diferentes estancias y una carta de platos con productos extremeños de denominación de origen. El precio por habitación rondará los 60 euros en temporada baja.

El hotel utilizará la antigua caballeriza, cerrada desde el año 2000, como tapería donde se ofrecerán desayunos, cafés y copas hasta la madrugada. La terraza se reabrirá y la propiedad está estudiando poder cubrirla para los inviernos. En la reforma se han mantenido suelos, vidrieras y mobiliario, que se incorporarán al nuevo establecimiento. "Hemos querido mantener el estilo clásico de la casa", subraya Pulido, que también ha conservado pianos y chimeneas.

El hotel contará con 16 trabajadores. El promotor expone que basará su filosofía en ofrecer un trato personalizado al cliente con una tienda en la planta baja en la que se venderán productos extremeños. Una placa recordará a José Antonio Pulido. "Se lo dedico a él. Fue su proyecto", concluye su hijo.