El 6 de febrero se reunirá la Comisión Regional de Urbanismo con un único punto en el orden del día: el nuevo Plan General Municipal (PGM) de Cáceres. El consejero de Fomento, José Luis Quintana, anunció ayer esta fecha. El nuevo plan se enfrenta a un recorte sustancial en su previsión de viviendas, según precisaron distintas fuentes consultadas por este periódico que han mantenido reuniones con representantes de la consejería en las últimas semanas, incluso estas fuentes coincidieron al manifestar que la supresión podría afectar a las prioridades 2 y 3 que se tipifican en el nuevo plan y que aparecen con una proyección de más de 20.000 viviendas.

No obstante, Quintana, ni ayer ni en manifestaciones anteriores, no ha dado cifras y siempre ha repetido que la decisión es del ayuntamiento. La alcaldesa, Carmen Heras, que ayer estuvo con el consejero de Fomento, precisó que esta decisión se empezará a tomar tras la comisión del 6 de febrero y que se adoptará "dentro del desarrollo de la ciudad" y valorando "qué es lo que menos importancia tendría" para poder ser suprimido.

El nuevo plan general hace previsiones de crecimiento y planifica unas pautas en la expansión de la ciudad. Prevé el desarrollo de nuevas viviendas en suelo urbano, y en los nuevos suelos urbanizables planifica 22.877 viviendas en sectores de prioridad 1, que son los más cercanos a la ciudad, el único más alejado es la franja de terreno situada frente a Montebola, y que en su mayoría son suelos ya urbanizables, aunque con menor densidad edificatoria, en el plan de urbanismo que está en vigor. Dentro de esta prioridad 1 hay otros diez mil pisos, gran parte en terrenos de diputación.

Las prioridades 2 y 3, sectores más alejados de la ciudad, y las casas de segunda residencia que se planifican junto a la estación de Arroyo-Malpartida suman casi 25.000 viviendas. Los planes generales hacen previsiones y ordenan el territorio municipal. El nuevo plan está planificado para que los sectores más cercanos a la ciudad sean los primeros que se desarrollen. En cuanto al resto, son bolsas de suelo que quedarían para un desarrollo a muy largo plazo. No todas las previsiones de un plan se cumplen.

PLANIFICA Decir que el plan planifica 60.000 viviendas para Cáceres suena a barbaridad. Pero es una cifra que hay que entender como previsión. Lo mismo ocurre si se habla de un recorte de más de 20.000 viviendas, parece excesivo, pero es que no es más que una proyección que seguramente ni se acometería en caso de mantenerse en el plan.

Lo mismo ocurre con los sistemas generales (terrenos a obtener por la ciudad para espacios públicos --verde y otras dotaciones-- con el desarrollo de los nuevos suelos urbanizables). Estos sistemas generales, la mayoría en la Sierrilla y en la Montaña, es una de las razones de por qué tantos pisos. La consejería quiere que se recorten porque ve inviable que un ayuntamiento pueda asumir tanto suelo verde. Al eliminarse parte de estos sistemas generales, las viviendas bajan.

Quintana aportó pocas novedades en relación a las objeciones que se pueden plantear al plan. Fue más explícito a la hora de explicar el proceso: la dirección general de Urbanismo llevará a la comisión del día 6 un informe en el que se detallan las distintas opiniones sectoriales (de organismos públicos) preceptivas dadas al contenido del plan con las deficiencias a subsanar.

Luego se corrigen por el ayuntamiento, esto conlleva que los expedientes vuelvan a la comisión de Urbanismo para que se dictaminen y al pleno para que se aprueben y además, si como todo apunta las modificaciones serán sustanciales, una nueva exposición pública. Después se debe dar una nueva opinión por los organismos que informaron en contra. Y una vez que las opiniones sean favorables, la consejería se da tres meses para aprobar el plan definitivamente.

CONFEDERACION DEL TAJO Entre las objeciones que ha planteado la Junta están "la ingente cantidad de terreno", repitió ayer en dos ocasiones Quintana, que pasa a urbanizable; los nuevos sistemas generales; la expansión de la estación de Arroyo; o el informe de la Confederación del Tajo que cree no justificado el aumento de población previsto en el plan y que por tanto haya que buscar abastecimiento para tanta población. Esto entra en contradicción con el nuevo trasvase y la reserva de agua en Gabriel y Galán, aunque el pantano está condicionado por otros usos.