TEtl PGOU nace con un vicio de origen, el oscurantismo, la terquedad del alcalde en negar un aplazamiento para su discusión alimenta las sospechas de que el plan no es otra cosa que una exagerada recalificación que debe pasar lo más inadvertida posible.

La intervención de las comunidades autónomas en la vida de los ayuntamientos tiene consecuencias nefastas en el urbanismo, véase si no el atropello medioambiental cometido en la falda de la Montaña - Residencial Universidad - declarado ilegal por los tribunales, o la pretensión de la Junta de colocar las viviendas de 60.000 euros a varios kilómetros del casco urbano, utilizando de forma indecente las necesidades de vivienda y estrangulando la economía local. Por no hablar de la sentencia de Macondo.

La construcción, y todo el fenómeno que la rodea, constituye una parte importante del PIB, además de generar un gran número de puestos de trabajo, pero el trasvase de los inversores en bolsa al mercado inmobiliario están expulsando del mismo a las personas que realmente necesitan una vivienda. A esta altura de la película si los partidos no se ponen de acuerdo para solucionar de una vez por todas el problema de la vivienda, sus dirigentes merecerían recalar en la cárcel por delito social. Para los especuladores de la rapiña, las penas que merecen hace tiempo que desaparecieron del código penal.

Las soluciones habitacionales y otras ocurrencias de la ministra del ramo no pasarían de ser motivo de chiste en charletas de café, si no se estuviera jugando con el derecho de la gente a una vivienda digna, tal y como recoge la Constitución. Pocos se atreven hoy, por temor a ser tratados de cretinos, a sostener en público que con la sola puesta de suelo a disposición de los promotores se abarata el precio de la vivienda. Además de construir viviendas de VPO, se hace imprescindible intervenir directamente sobre el precio del suelo, tal y como hacen algunos países de la UE.

La literatura del nuevo PGOU, que parece en más de un caso bajada de internet, es incapaz de precisar el número de alumnos matriculados en la Uex, pero sí de fijar para el 2030 una población de 350.000 habitantes.

En el nuevo PGOU aparece una excesiva previsión de suelo urbano, sin que se señalen las necesidades efectivas de la ciudad. El crecimiento urbano basado en nuestro modelo de ciudad significa construir viviendas para las necesidades reales de la población asegurando a la vez la construcción de las necesarias infraestructuras.

El traslado de la estación de ferrocarril fuera de la ciudad, ignorando el convenio ya existente entre Renfe y el ayuntamiento, es todo un pelotazo urbanístico sin que importen las incomodidades de los ciudadanos para llegar a la nueva estación. Nosotros nos inclinamos por soterrar las vías y construir la nueva estación en los terrenos que ocupa la actual.

La recalificación del solar de las Carmelitas al más puro estilo Marbella, es un golpe mortal a la calidad de vida en el centro. Nuestro alcalde, convertido en rey Midas para el bolsillo de la Congregación de las Carmelitas y demás implicados en la operación, descuida los intereses económicos del ayuntamiento, que son los de los ciudadanos, en su obsesión por pasar a la historia como el regidor cacereño que trajo El Corte Inglés.

En este punto hay que advertir que un nuevo colegio, un residencial, más la zona comercial, más las dotaciones necesarias y además un Corte Inglés - como el de Badajoz - no caben en la parcela. Es decir, lo del Corte Inglés es un señuelo.

Finalmente recordamos que aún queda por cumplir más de un 30% del actual PGOU. Nuestra pretensión es acercarnos a un modelo de ciudad fruto de la discusión con amplios sectores de la población, profesionales, gente del medio, etc, pero tal y como van las cosas no tendremos la posibilidad de hacerlo.