El ayuntamiento está decidido a que no exista ni una sola perrera, chabola o chamizo similar en el casco urbano cacereño. Después de las tres operaciones realizadas en julio y agosto del 2009 y en febrero del 2010 para erradicar todas estas construcciones en el entorno de Aldea Moret, y alguna otra en el Junquillo, durante los últimos meses han vuelto aparecer casetas levantadas con plásticos, maderas y chapas, esta vez adosadas a un edificio en plena calle Ródano, junto al cerramiento del colegio Proa y a muy pocos metros del paso a nivel. Es la primera imagen que ofrece Aldea Moret, y por tanto Cáceres, al acceder a la ciudad por esta entrada desde la Ex-100 (Cáceres-Badajoz).

El problema de las perreras ha sido reiteradamente denunciado por los vecinos durante años debido al ruido y la suciedad que generan, al estar algunas ocupadas por animales. La Concejalía de Desarrollo Local e Infraestructuras Viarias ha emprendido una cruzada para eliminarlas. En febrero ya se habían derribado más de medio centenar y el asunto podía darse casi por zanjado, pero la proliferación de estas nuevas construcciones ha obligado a reiniciar el proceso.

"Seguiremos los mismos trámites, es decir, primero se redactará un informe que acredite la existencia de perreras por parte de la policía local o de los servicios de inspección, y lo trasladaremos al área de disciplina urbanística, que abrirá un expediente", explica Miguel López, concejal de Desarrollo Local. Posteriormente los agentes intentarán localizar a los propietarios y se les comunicará por escrito la obligación de eliminar estas construcciones, puesto que atentan contra el decoro del patrimonio urbano. El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicará el plazo máximo para su demolición, y si vence, será el ayuntamiento el que las derribe de forma subsidiaria, pasando más tarde al cobro estos trabajos a los responsables de las chabolas.

Así se ha hecho en las tres operaciones anteriores. El 24 de julio del pasado año, los operarios de Conyser retiraron en un solo día 20.000 kilos de chatarra y 30.000 de basura de las 40 chabolas y perreras situadas en la Abundancia y la zona del cerro de los Pinos. Un mes más tarde tuvieron que volver a intervenir en este enclave al aparecer nuevas chabolas. En el mismo operativo se demolieron otras perreras de la calle Casualidad.

El 23 de febrero se eliminaron las últimas construcciones ilegales de la barriada, unas diez, situadas en la calle Malpartida, junto a la pasarela que une Aldea Moret con La Cañada. Conyser se llevó más de 5.000 kilos entre chatarra y escombros.

VIGILANCIA Desde entonces, la Concejalía de Desarrollo Local ha extremado la vigilancia para que estas situaciones no vuelvan a repetirse. "Durante años no se ha realizado ninguna intervención y el problema se había enquistado. No podemos consentir estos apropiamientos de la vía pública", afirma el concejal.

Las perreras de Ródano, ubicadas en un lateral convertido en un pequeño descampado, sin ajardinamiento ni pavimentación, están además rodeadas de suciedad. El edil todavía no puede dar fecha de derribo, pero los trámites ya se han iniciado.