El bar de la asociación de vecinos Santa Lucía (zona sur de Aldea Moret) ha sufrido tantos robos que los vecinos ya han perdido la cuenta. El último tuvo lugar durante la madrugada del lunes al martes y provocó varios daños en el mobiliario, especialmente la rotura de las máquinas tragaperras, así como la desaparición de un teléfono y del aparato TDT. Todo ello pese a que los encargados del establecimiento habían optado por cerrarlo hace días, una decisión en la que ha pesado bastante la frecuencia de los robos, según explicó ayer el presidente vecinal, Pedro Nevado. "Llevamos un año solicitando al ayuntamiento que refuerce la seguridad del patio, que es un coladero", lamentó. "¿Y ahora quién explotará el bar en estas mismas condiciones?", inquirió.

Los ladrones accedieron nuevamente por el patio. "La puerta que linda con la calle es muy baja, por eso llevamos tiemo pidiendo que la suban. Además, existen una serie de pilares ornamentales entre los que cabe una persona, donde sería conveniente instalar un enrejado. Yo mismo me he encontrado a algún yonkie durmiendo allí por la noche ", explicó el presidente. Una vez en el interior, el autor o autores forzaron la reja y se colaron en la sede vecinal, y desde allí directamente al bar.

Aunque el matrimonio que ha regentado el establecimiento durante más de diez años lo ha cerrado recientemente, las máquinas tragaperras todavía estaban en el local a la espera de su traslado. Fueron el principal objetivo de los ladrones, que no dudaron en romperlas para conseguir dinero. "También se llevaron el teléfono fijo y un aparato digital, y se fueron por donde entraron", relató Pedro Nevado, visiblemente indignado. La policía científica trabajó en el local durante la mañana del martes para tomar huellas y buscar indicios.

MEDIDAS La asociación vecinal espera que se adopten "de una vez" las medidas necesarias desde el ayuntamiento cacereño, propietario de estas instalaciones situadas en la plaza de la barriada, a fin de evitar nuevos asaltos. "La solución no es tan complicada y nos ahorraríamos situaciones desagradables, porque cada dos meses tenemos un disgusto", dijo Nevado.

Además, la directiva teme que los robos disuadan a los candidatos a explotar el bar. "La gente será remisa a quedarse con el negocio si falta seguridad", matizó ayer el presidente, que ha convocado una reunión para el 30 de abril con el fin de informar a quienes estén interesados. Igualmente, la asociación necesita que el bar continúe en funcionamiento porque de él dependen buena parte de sus ingresos.