Por un delito de intrusismo profesional, en el campo de la Odontología, el Juzgado de lo Penal de Cáceres ha condenado al dueño y una trabajadora de una clínica dental de Cáceres. Cada uno tendrá que pagar una multa de unos 1.860 euros.

El juzgado condena al dueño, el protésico G. R. S., por dar trabajo de dentista a una profesional salvadoreña pese a conocer "la prohibición legal de ejercer ésta sin el título homologado", recoge la sentencia. Se da la circunstancia de que el mismo juzgado cacereño ya condenó en 1992 a este protésico, "por realizar tareas de dentista sin serlo".

Ahora también se condena a su trabajadora, L. D. D. V., que a principios del año 2000 comenzó a trabajar en la clínica que el protésico poseía en Cáceres, concretamente en el número 25 de la avenida de Isabel de Moctezuma, "sin haber obtenido la homologación de su título para ejercer en España".

El presidente del Colegio de Odontólogos de Extremadura, Juan Carlos Fernández de Ateca, destacó la importancia que esta sentencia tiene, "por el hecho de que se condena no sólo a quien trabaja como odontólogo sin título homologado, sino también al dueño de la clínica, como cooperador necesario del delito de usurpación de funciones".

Es el segundo logro que este colegio profesional obtiene en apenas tres meses, pues a finales de noviembre el mismo juzgado condenó a los dueños --un matrimonio-- de una red ilegal de clínicas dentales de Extremadura y a uno de sus trabajadores. Fue ésta una sentencia pionera en la Comunidad, pues era la primera vez que un juzgado extremeño condenaba a los empresarios, además de al intruso .