En la Mesa del Transporte celebrada el miércoles se dio a conocer el número de los viajeros que tuvo el autobús urbano en 2015. Son 4.213.000 usuarios o viajes que se realizaron con alguno de los cinco conceptos de la tarifa. Es el undécimo año seguido que baja. Tras el máximo de 2004, entonces se contabilizaron 6,1 millones, se ha pasado a los 4,2 de 2015, en este periodo de once años se ha reducido en un tercio el número de los usuarios.

Un descenso de viajeros significa menos ingresos, posibilidad que no se contemplaba en el anteproyecto de explotación que se incorporó al concurso de la concesión de la gestión de los autobuses, adjudicado a Subus y que está en vigor desde 2014. En el anteproyecto se preveía un incremento anual (el cálculo no es el año natural, sino de junio, cuando se inició la concesión, a mayo) de un 2% en los ingresos a lograr por la empresa, que solo tiene dos vías: la principal es la tarifa, la otra es la publicidad. Menos ingresos significa más déficit, pérdida que el consistorio asume con el presupuesto.

En el primer año de la nueva concesión, desde el 1 de junio de 2014 al 31 de mayo de 2015, hubo 4.316.000 viajeros. Cifra que está en línea con el descenso que se repite los últimos años, ya que en el año natural de 2014 se registraron 4.386.000 viajeros y en todo 2015 han sido 4.213.000.

De los viajeros o viajes registrados el pasado año, la mayoría se realizaron utilizando el bono bus, 1.822.082. Con el billete sencillo fueron 1.300.927. Y con el abono mensual, 1.040.611. El resto se reparte entre los que usaron el billete especial y el de Rincón de Ballesteros. Para acometer los cambios en las líneas que están en estudio se calcula unos costes de 308.000 euros. Para financiarlos la propuesta es subir las tarifas, que es la primera opción que se establece en el pliego del concurso para restablecer el equilibrio económico financiero de la concesión cuando el consistorio modifica las condiciones del contrato por razones de interés público. No es la única posibilidad. En la mesa se habló de asumirlo con un incremento del déficit. En la propuesta técnica que se presentó para financiar los cambios se apunta que con el incremento de las tarifas se logra más ingresos (359.000 euros más), pero también se advierte de que puede provocar una pequeña caída de viajeros.