El delegado diocesano de Cofradías y Hermandades, Felipe Fernández Peña, intervino ayer en el conflicto suscitado en la Cofradía de La Montaña por la joven Nazaret Paniagua, hermana de número, al no poder cargar a la patrona el pasado domingo en el grupo de hermanos de carga.

La afectada, que dirigió el pasado 22 de abril un escrito al obispo Ciriaco Benavente pidiendo su intermediación, solicita que los estatutos de la cofradía se actualicen conforme a las normas del estatuto marco de la diócesis, así como la modificación de las normas internas que establecen que sólo los hombres pueden participar en la carga.

Sin embargo, Fernández Peña dejó claro ayer que las cofradías son "autónomas" y consideró que esta petición debe ser planteada por Nazaret en una asamblea general de la cofradía, ya que el obispo no tiene potestad para modificar los estatutos. Indicó que su función se circunscribe a recibir los acuerdos internos y, en su caso, ratificarlos.

Asimismo, el delegado afirmó que la normativa básica de la diócesis no hace ninguna alusión a si en los pasos pueden participar hombres y mujeres indistintamente y recordó que hay cofradías masculinas o femeninas.

NORMA LEGAL Por su parte, la junta directiva de la Montaña insistió ayer en que sus estatutos generales fueron aprobados por el obispado en 1988, de acuerdo con el Código de Derecho Canónico y al estatuto marco de la diócesis. La cofradía aclaró que Fernando Paniagua, padre de la joven, fue informado "en fechas previas" a la bajada de la Virgen de que su petición no podía ser atendida al contravenir los estatutos generales y el reglamento interno.

Asimismo, la cofradía desveló que el padre "increpó al mayordomo, al que llamó "sinvergüenza, siendo necesaria la intervención de la Guardia Civil para controlarle, ya que siguió profiriendo a gritos el mismo tipo de improperios contra toda la junta directiva". La directiva aseguró que también calificó de "secta" a la cofradía y el obispado.

Además, indicó que los incidentes ocurrieron "ante la sagrada imagen y en presencia del capellán de la cofradía, directivos, hermanos y numerosos devotos, provocando un gran escándalo en momentos que para todos debían ser de recogimiento, alegría y oración".

La cofradía también hizo hincapié en que el artículo 58 de su reglamento de régimen interior establece que todos los cofrades sin distinción de sexo pueden cargar con las andas en el tramo entre el Calvario y el Amparo. Asimismo, aclaró que la bendición de los campos no se ha suprimido y ahora se hace en la explanada del santuario.