El obispado de la diócesis de Coria-Cáceres, a través del delegado diocesano para los medios de comunicación, Jesús Moreno, y su notario, Ramón Piñero, aseguró ayer que no pone ningún impedimento a aquellas personas que decidan apostatar. Moreno ha hecho estas declaraciones después de que la Asociación Cáceres Laica haya presentado en el registro del obispado las solicitudes de 37 ciudadanos que quieren apostatar de la fe católica.

Moreno indicó que el obispo, Francisco Cerro, tenía intención desde hace algunos meses de aclarar el procedimiento por el cual se abandona la pertenencia a la fe católica, después de haber entrado a formar parte de ella a través del bautismo. En este sentido, el delegado diocesano señaló que en algunas páginas-web se dice, "sin ningún reparo", que la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas se aprovechan de la tradición secular de celebrar los nacimientos con el bautismo para incrementar de forma ilegítima su implantación social. Informa Efe.

"Nada más lejos de la realidad", argumentó, ya que, según explicó, el propio bautismo se hace a petición de los padres o responsables legales, y lo mismo que en el bautismo se hace profesión pública de la fe católica, con la apostasía se rechaza la misma, "sin que el obispado haya negado nunca tal posibilidad".

El notario explicó que, como en cualquier otro acto de la vida social, para llevar a cabo la apostasía se requieren una serie de condiciones, como estar bautizado, ser mayor de edad, garantizar la propia identidad con el DNI y actuar con libertad suficiente. Piñero también indicó que la solicitud de apostasía se puede hacer de forma presencial o por correo.

Dijo que una vez cumplidos los trámites, el apóstata recibe una comunicación del obispado "en la que se le informa de que se ha cumplido su voluntad, y que en cualquier caso, la Iglesia siempre tendrá los abrazos abiertos por si algún día quiere regresar". En lo que va de año 20 personas han llevado a cabo su decisión de certificar la apostasía y otras tres han formalizado su vuelta, tras haber apostatado, con un acto similar al de la renuncia a la fe católica.