El obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, pide a los cofrades, en su carta pastoral, que no ostenten cargos de responsabilidad política mientras participen en el gobierno de las hermandades: "deseamos que aquellas personas que ejercen cargos políticos de relieve (...) se abstengan de participar en el ejercicio del gobierno de las hermandades y cofradías y de sus consejos locales, por ser ésta la forma más conveniente de evitar los conflictos de conciencia, de salvaguardar la coherencia y la libertad de la persona", se refiere concretamente el obispo en la página 46 de dicho ejemplar.

Fuentes cercanas al obispado aseguraron que el deseo del obispo es, precisamente, separar estos actos de la política. Este hecho coincide con la reciente noticia del abandono en el cargo de Juan Narciso García-Plata, presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres, por su vinculación al Partido Popular. Lo aseguró él mismo a este diario afirmando que no quería su puesto en la Unión se viera afectado por el comienzo de los procesos preelectorales de cara a las nuevas elecciones, que están a la vuelta de la esquina. Y es que García-Plata es actualmente coordinador de distritos de la junta local del PP.

García-Plata dejará de dirigir a las hermandades un año antes de lo previsto. Entró en el cargo el 25 de mayo de 2006 y debería permanecer en él hasta 2011 (la legislatura de la Unión son cinco años). Sin embargo abandonará la presidencia justo después de Semana Santa, cuando se celebre el nuevo proceso electoral para la elección de un nuevo presidente. Ya comunicó su decisión a los mayordomos, hermanos mayores y miembros de la comisión permanente en febrero.

El obispo advierte, además, a los cofrades de cara a las nuevas elecciones y les pide que reflexionen antes de emitir sus votaciones: "no os dejéis llevar por las simpatías y antipatías, buscad el bien de la Iglesia y de las cofradías. Escoged con plena libertad y lucidez a la persona que en conciencia creáis que está más capacitada (...). Más aún en nuestras sociedades plurales", escribe Francisco Cerro en el capítulo dedicado a los directivos y hermanos.