El ayuntamiento negó ayer las acusaciones de la Asociación Vecinal Unión de Explosivos Río Tinto en las que alertaba del progresivo abandono del poblado minero. La presidenta de este colectivo, Marisol Cámara, denunció la falta de atención municipal en la zona desde que la explotación minera dejó de funcionar hace alrededor de 30 años.

Las críticas vecinales provocaron la reacción del concejal de Obras, José Joaquín Rumbo, quien dejó claro que los vecinos que todavía residen en el barrio están atendidos por el consistorio. "Son personas mayores y encantadoras que están perfectamente asistidas", subrayó.

Rumbo indicó que los terrenos pertenecen en la actualidad a Placonsa y aseguró que el ayuntamiento ha atendido siempre a los vecinos cuando éstos, de forma individual, lo han solicitado. "Hemos reparado averías de agua y de luz", dijo. El edil hizo también especial hincapié en que la vigilancia en el poblado es "total" para evitar que las viviendas vacías sean ocupadas.

Sin embargo, las relaciones entre el equipo de gobierno y la Asociación Vecinal Unión de Explosivos Río Tinto son nulas. En este sentido, Rumbo dirigió sus críticas hacia su presidenta Marisol Cámara: "Ella no tiene nada que ver con el poblado minero. No vive allí, no tiene ni idea ni aparece por el barrio", aseguró.

Rumbo fue más allá al afirmar también que se trata de una asociación "que sólo existe en los papeles, en el registro del ayuntamiento. No realiza ninguna actividad ni pide subvenciones". Según el edil, la directiva no se ha dirigido al equipo de gobierno en ninguna ocasión para pedir mejoras en el poblado.