Una nueva presa, sea cual sea su ubicación, es una necesidad obvia y palmaria para la ciudad porque el abastecimiento actual es absolutamente limitado. El Guadiloba tiene una capacidad de 20 millones de metros cúbicos, lo que supone algo más del consumo de un año. A este problema debe añadirse que el recurso que regula ese embalse, es decir, el Guadiloba, es un río muy corto, cuyo caudal es abundante sólo cuando hay grandísimas aportaciones de lluvia. La experiencia nos aporta dos datos reveladores: cuatro años de cada cinco ese río no tiene agua y en 10 años el embalse se ha llenado solamente en dos ocasiones.

Pero no sólo es un problema de espacio sino de caudal. El Almonte tiene más capacidad, un caudal permanente y continuo, con más cantidad y calidad. Es, en definitiva, un recurso hídrico asegurado.

*Director de Canal de Isabel II.