Casi el 80% de las muertes que los médicos forenses de la provincia investigaron el año pasado resultaron ser violentas. De las 145 actuaciones tanatológicas que en casos de fallecidos realizó el año pasado el Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Cáceres 102 resultaron ser violentas, y de estas, casi el 60%, un total de 61, fueron muertes accidentales. A estas se sumaron 34 muertes suicidas y 7 homicidios.

En todos los casos las cifras se incrementaron con respecto al año anterior --pasaron de 51 a 61 las muertes accidentales y de 29 a 34 los fallecimientos suicidas--, pero sorprende sobre todo el dato referente a los homicidios, pues la cifra de estos se multiplicó casi por cuatro el año pasado, al pasar de 2 registrados en el 2007 a 7 el año pasado.

Son los datos que recoge la memoria 2008 del Instituto de Medicina Legal de Cáceres presentada por su director, José María Montero, quien reconoció que "realmente sorprende este número de homicidios, pues lo normal es que se produzcan en nuestra provincia, como máximo, uno o dos al año, y en muchos ejercicios ninguno".

Montero destacó también, en el caso de las muertes accidentales, que la mayoría de ellas las sigue acaparando el tráfico. En el caso del año pasado casi el 60% de las accidentales --38 de las 61 registradas-- fueron fallecimientos en accidentes de tráfico, "una cifra que también aumentó considerablemente en nuestra provincia, que el año pasado registró más fallecidos en las carreteras que el año anterior".

Y a las 38 muertes en accidentes de tráfico se sumaron, dentro de las muertes violentas accidentales, ocho muertes por precipitación, seis por caídas, tres por intoxicación, dos por compresión toraco-abdominal, y una, respectivamente, por arma de fuego, electrocución, contusiones y sumersión (un ahogado).

Respecto a las muertes suicidas, las estadísticas reflejan que el mecanismo utilizado de forma mayoritaria sigue siendo el ahorcamiento --19 de los 34 casos que hubo el año pasado lo utilizaron--, seguido de la precipitación (7), las intoxicaciones (3) y el arma blanca (2). Además hubo un caso en el que se utilizó un arma de fuego, otro por ahogamiento y otro por sofocación.

AMPLIA ACTIVIDAD Pero la actividad forense no se reduce solo a las autopsias, de hecho, un alto porcentaje de su actividad se centra en las personas vivas.

Esta mayor actividad de los forenses en vivos que en fallecidos se refleja en los datos estadísticos, según los cuales los forenses de la provincia realizaron el año pasado 5.062 actuaciones o informes periciales en sujetos vivos --informes sobre lesiones en agresiones, violencia doméstica y de género, mentales, de incapacidad, agresión o abuso sexual...---, frente a las 145 en fallecidos, esto es, actuaciones tanatológicas realizadas para determinar las causas y circunstancias en muertes por causas violentas o sospechosas de criminalidad.

Al igual que en el caso de las muertes violentas, en lo que es la actividad global del Instituto de Medicina Legal de Cáceres su director reconoció que la cifra total de 5.062 asuntos tramitados el año pasado "supone un ligero incremento" respecto del total de los registrados el año anterior.

Así, por ejemplo, en lo que se refiere a los asuntos tramitados para valoración de las lesiones en casos de violencia sobre la mujer, un servicio que se viene prestando desde hace tres años, Montero indicó que el año pasado se actuó sobre 205 casos, frente a los 158 del año 2007 o los 91 que se vieron en el 2006, "pero el aumento se debe a que en la medida en que los juzgados van conociendo la prestación de este servicio, lo

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