La Audiencia Provincial ha condenado a ochos años de prisión por un delito de agresión sexual a un hombre de 34 años que violó a una menor de 15 años que aún era virgen, circunstancia que ha tenido en cuenta el tribunal para imponer la pena por encima de los seis años mínimos que fija el Código Penal, aunque el fiscal y la acusación particular pedían 14 años.

El procesado huyó tras la violación a Ecuador, donde vivía su suegra y permaneció huido de la justicia 3 años. Se necesitó una orden de detención internacional y su extradición para poderlo sentar en el banquillo de los acusados el 30 de octubre.

LA AGRESION Los hechos por los que ha sido condenado José Luis Medina Pavón, nacido en Madrid y con domicilio en la localidad cacereña de Santa Ana, ocurrieron el 11 de febrero en el municipio de Ruanes. El hombre persiguió con su coche a la joven cuando esta salió de un bar ubicado a las afueras del pueblo donde ambos habían estado previamente por separado.

El procesado la siguió en coche y, cuando la alcanzó, le instó varias veces a subir al vehículo. Como ella se negaba, le advirtió de que sería peor, así que accedió. Una vez en el coche, le dijo cuánto le "ponía". Ella contestó que la dejara tranquila. En cambio, comenzó a manosearla con la resistencia de la joven.

Detuvo el coche, bajó el seguro y se puso a besarla. La chica le gritó que la dejara en reiteradas ocasiones, pero estaban en un descampado y de noche, por lo que temió "sufrir una lesión física mayor si oponía una resistencia más tenaz", relata el fallo judicial. Finalmente le bajó los pantalones y la penetró, rompiéndole el himen. Se encontraron restos de semen en el pantalón de la joven, cuyo ADN coincidía con el del acusado.

VERSION INSOSTENIBLE Al principio la joven no denunció. Fue ante el estado anímico de la misma al día siguiente, que detectaron una amiga y su prima, que ella confesó lo que había ocurrido y finalmente se interpuso la denuncia días después. La chica sufre, según el informe forense, un trastorno de estrés postraumático a consecuencia de la agresión sexual.

El tribunal considera que ninguno de las pruebas practicadas ni las declaraciones de los testigos pueden sostener la versión del inculpado de que la relación fue consentida. En esa desestimación es clave el hecho de que la joven fuera virgen --"no es plausible" que fuera a mantener su primera relación con un desconocido de 34 años y en un coche, razona el tribunal--, las secuelas psicológicas que padece y la salida del país del procesado después de la prueba de ADN.