Las expectativas de afluencia a los conciertos del festival Extremúsika, que se celebra el último fin de semana de este mes en Cáceres, ha obligado a diseñar un exhaustivo dispositivo de seguridad. Estará compuesto por más de cien personas, entre seguridad pública y privada, y coordinado desde una oficina central ubicada en el ferial.

Al frente de dicha oficina estará el concejal de Festejos, Lázaro García Amado, y los responsables de los diferentes organismos que participarán en velar por el bienestar de los asistentes. "Es la primera vez que se dispondrá de una oficina de estas características, pero el acontecimiento lo requiere", apuntó García Amado.

El edil mantuvo ayer una reunión con responsables de la organización del festival para ultimar algunos detalles sobre este dispositivo. "La seguridad nos preocupa mucho porque se esperan unas 30.000 o 40.000 personas", aseguró García Amado al término de la reunión.

VENTA DE ENTRADAS Las previsiones de público se han disparado, ya que, según el concejal, hasta el momento y respecto al año pasado se han vendido tres veces más entradas, aunque ni el edil ni la organización pudieron facilitar el número concreto de localidades vendidas.

En las medidas de seguridad, colaborarán dotaciones de la policía local, la Nacional, Cruz Roja, DYA, seguridad privada de la organización y se prevé también alguna unidad de los bomberos. El concejal tendrá una próxima reunión con las policías de la ciudad para determinar el número de efectivos disponibles para el evento musical. También la misma víspera de los conciertos se hará una última reunión.

El recinto ferial será acotado con vallas para separar las zonas de aparcamiento de coches, autobuses y la de acampadas, y se instalarán señalizaciones por la ciudad para indicar el itinerario al ferial a las personas que acudan de fuera.