Letras que no desprenden olor a tinta, sino a historias ajenas que hacemos propias en cada lectura. Sentimientos que afloran a través de palabras impresas en páginas numeradas de diverso color. Esquinas de papel que serán humedecidas por el paso de nuestra huella en centenares de cuartillas cosidas. Sueños escritos que invocan otros muchos más, diferentes según el cristal con el que se lean.
Curiosos que acarician las cubiertas de ejemplares de hoy y ayer, miradas que buscan algún título en particular entre las repisas, mentes ávidas de aventuras escritas, y amantes de la literatura en general (...) Durante estos días, todos acuden a la reunión anual de las letras por excelencia en nuestra ciudad.
Una nueva edición de la feria del libro llega a Cáceres con un aroma diferente al de las quince convocatorias anteriores, y es que, por primera vez, siete expositores floristas, se suman a la cita literaria, aportando colores perfumados al paseo de Cánovas. Así, la primera feria ExpoFlor nace de la mano de la decimosexta del libro cacereña, aportando mucho más que las tradicionales rosas que acompañan al libro a regalar por san Jorge.
Una edición diferente, y como es habitual, superando a la anterior: Presentaciones y firmas de volúmenes en boga, talleres de escritura y múltiples actividades para todas las edades, convocan a ciudadanos y foráneos, que durante el próximo fin de semana visitarán nuestra preciosa ciudad. Un reclamo que añadir al resto de atractivos que semana tras semana se ofertan, atrayendo al turismo, tan presente en nuestras calles los últimos meses.
Dicen que hay libros que nos escogen, y no a la inversa, quizás porque su contenido es justo lo que nuestra alma anhela leer, o quizás porque su trama pueda adecuarse a lo que deseamos interpretar en sus palabras. Lo que sí es cierto, es que es el mejor medio de transporte que pudiéramos encontrar, dándonos alas, desinhibiendo el espíritu, pellizcando sentimientos, y llevándonos a lugares inimaginables donde dejar despertar los sentidos.
Hasta el 3 de mayo pueden comprobarlo en primera persona, y aunque puedan hacerlo todos los días del año, no hay mejor excusa que la feria del libro para renovar estanterías y permitirnos soñar con los ojos abiertos.
