La aprobación del programa de ejecución del nuevo sector residencial y comercial programado en el ferial y en los terrenos colindantes de Cáceres queda en suspenso hasta que se decida qué hacer con los cinco refugios antiaéreos que están en la zona, que fue el antiguo campo de aviación cacereño.

En la comunicación de la dirección general de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, que el ayuntamiento ha remitido a la agrupación de interés urbanístico, se precisa que "se están estudiando y documentando" cinco refugios antiaéreos y el edificio de oficiales "para su inclusión en el inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura".

Y se añade que "la ordenación planteada por el plan parcial -la norma que ordena el terreno con viales, parcelas y usos- deberá compatibilizar su conservación mediante su inclusión en espacios libres o supeditarse las zonas afectadas a la publicación de la inclusión de dichos elementos de arquitectura militar en el inventario".

De momento, no ha tenido un efecto en la tramitación del documento, tanto del plan parcial como del programa de ejecución, ya que se estaba en el plazo de exposición para la presentación de informes y alegaciones. Pero sí tiene incidencia en el paso siguiente: la aprobación del programa en el pleno del ayuntamiento.

La intención de la agrupación es que una vez se tengan todas las reclamaciones, por ahora solo tienen comunicación de la de Patrimonio Cultural, se dirigirán al ayuntamiento y a la Junta para conocer con exactitud qué incidencia tiene en la ordenación del nuevo sector.

La ordenación

La ordenación se había programado por la agrupación, que reúne a los propietarios del terreno, siguiendo las indicaciones del plan general de urbanismo, de tal forma que tres de los refugios se ven afectados por viales proyectados. Con las indicaciones del plan de urbanismo solo se podrían salvar dos que caen en espacios libres o fuera de viales.

Los refugios antiaéreos y el edificio de oficiales no están protegidos por el plan general de urbanismo. Por dos veces, tanto en 2009 como en 2012, se desestimaron peticiones, de Adenex y de la agrupación de asociaciones de vecinos, para su conservación.

El ayuntamiento dio dos argumentos. El primero fue que la dispersión de los refugios antiaéreos obligaría a delimitar entornos a los mismos y accesos que podrían poner en riesgo una ordenación coherente del sector. El segundo es que la propia Consejería de Cultura de la Junta no había hecho ninguna referencia a la necesidad de su conservación cuando se tramitaba la aprobación del plan de urbanismo, en vigor desde de 2010, y se pidió su informe sectorial.

A partir de ahora Cultura tendrá que aclarar el grado de protección de los elementos. Si hay que mantenerlos y conservarlos, la agrupación de interés urbanístico tendría que modificar la urbanización proyectada y los viales.