La remodelación de la ordenanza del ocio, aún en trámites, es fundamental para el desarrollo del proyecto Intramuros. Desde que se iniciara la revisión del esta normativa --en febrero-- el presidente ejecutivo de la capitalidad, Felipe Vela, ha insistido en la idea de que uno de los ejes del proyecto de remodelación del centro dependía de que se reformaran algunos puntos de esta normativa.

En concreto, se refería a los artículos 19 y 20 del texto actual, que da a "la plaza Mayor y alrededores", entre otras zonas, el estatus de zona "ambientalmente protegida". Como consecuencia, la ordenanza en vigor prohíbe la apertura de nuevos establecimientos y el cambio de actividad para aquellos con licencia, una cuestión que se opone al propósito de revitalizar la actividad comercial de esta zona, tal y como propone uno de uno de los ejes de Cáceres 2016, de Intramuros a Europa . El borrador en estudio mantiene aún este estatus en la plaza, aunque en la última comisión de Movilidad Urbana, se propuso flexibilizarlo para dar cabida a Intramuros.

Incompatibles

"Si se mantiene como zona saturada no tiene cabida este proyecto", ha repetido Vela en reiteradas ocasiones, abogando por cambiar excepcionalmente la condición de la plaza de zona ambientalmente protegida por "zona de especial actuación, para que los alrededores de la plaza Mayor dejen de estar abandonados", ha recalcado.

Vela justificaba esta propuesta explicando que de esta forma sería viable devolver la actividad a los locales que permanecen cerrados pero dando cabida "solo a determinados tipos de establecimientos en consonancia con el proyecto, como mesones o taperías", y proponía que una firma de hostelería aglutinara a todos los establecimientos implicados en este proyecto.