Aunque la culpa de la suspensión fue de la lluvia, lo cierto es que la falta de preparación del recinto ferial para acoger conciertos con climatología adversa también tuvo algo que ver. Así lo destacó el máximo responsable de la promotora, Angel Romero, en su valoración de la situación ayer. "Ha sido muy complicado, siempre valorando la seguridad y la posibilidad de las actuaciones", aseguró.

Romero enumeró las carencias: "El terreno no drena, no hay un sistema de alcantarillado, los pozos se desbordan...". En su opinión, si no hubiera sido por Conyser y la arena que se esparció por el terreno los días previos al festival y el viernes, ni siquiera se hubiera podido llegar a celebrar dos días. Por ello, consideró que, de celebrarse en años sucesivos, habría que buscar otras instalaciones o mejorar estas, porque el riesgo de lluvia "existirá siempre".

Por su parte la concejala de Festejos, María José Casado, estimó que el recinto ferial está acondicionado para los usos que tiene y consideró que si se ha suspendido el festival no ha sido por la infraestructura del hípico sino por "una situación meteorológica excepcional y contra los elementos no podemos luchar".

La edil, en declaraciones a EL PERIODICO, apuntó que "estaba preparado" pero que "la tierra no ha podido drenar la cantidad de agua caída en muy pocas horas y el viento ha sido muy fuerte". Recordó, además, que el equipo de gobierno lleva trabajando en la mejora del recinto desde que accedió al gobierno.