El festival Irish Fleadh cerró ayer por la tarde su quinta edición con buen sabor de boca tanto entre la organización como en el público que durante las noches del jueves al sábado han llenado la plaza de San Jorge. "La ubicación del escenario en la ciudad monumental ha sido uno de los grandes aciertos de esta edición, junto con la elección del cartel, que este año ha tenido mucha calidad", señaló ayer a este diario Carolina Amador, una de las responsables de la organización del festival de música celta.

Amador se muestra "muy satisfecha" con el desarrollo del certamn, aunque reconoce que la amenaza de lluvia del viernes por la mañana mantuvo a los organizadores en vilo durante toda la jornada. Por ese motivo, planean mantener el formato de un festival en la calle, aunque "siempre que, como este año, podamos contar con un escenario cubierto como el del Gran Teatro, por si las condiciones meteorológicas impidieran el desarrollo de los conciertos en la calle", afirmó. Lo que sí es previsible es que de hacerse de nuevo en la calle, se mantenga la carpa que cubría el escenario y que se ha diseñado este año expresamente para el Fleadh.

SESSIONS EN LA PLAZA Los organizadores destacan también "la implicación" de los bares que este año han participado en las ´sessions´, cuya actitud ha permitido que estas encuentros espontáneas entre músicos "hayan funcionado mejor que en ninguna otra edición anterior", afirmó Amador, que destacó además que este ha sido el Fleadh con mayor participación de músicos extranjeros. Más elevada ha sido también la participación en los talleres, sobre todo en los de flauta --que impartió a 18 personas Michael McGoldrick, uno de los maestros de este instrumento del panorama folck actual-- y el de baile.

La embajada de Irlanda ha felicitado también a los organizadores por el desarrollo de este festival, y les ha hecho llegar el interés de la televisión pública irlandesa por realizar un reportaje sobre el festival cacereño.

El festival se cerró ayer por la tarde con el concierto de The Burnt Old Men en bar Carpe Diem, en la Madrila Alta.