Recogerán más firmas en las diferentes barriadas, elaborarán un manifiesto que cuente con el respaldo de todas las entidades o asociaciones posibles y llevarán a cabo una concentración en forma de protesta durante la carrera San Silvestre, que tendrá lugar el próximo 31 de diciembre.

Esas son las tres acciones que se propusieron ayer llevar a cabo los miembros de la plataforma ciudadana contraria a la implantación de la zona azul, así como a la subida del precio del billete del autobús urbano, cuya medida, no obstante, no se prevé que esté operativa hasta el segundo semestre del 2017. En la recogida de firmas, la idea es ir barrio por barrio informando a establecimientos comerciales, mientras que para la San Silvestre hay prevista una concentración en la que posiblemente los manifestantes lucirán camisetas y pancartas contrarias a la zona azul.

La asamblea, algo descafeinada ya que contó con la participación de solo una veintena de personas --entre ellas el concejal de CáceresTú Ildefonso Calvo--, fue convocada con la intención de recabar las impresiones de los colectivos vecinales. Sin embargo, ningún representante de las 31 asociaciones vecinales con las que contactó el movimiento ciudadano estuvo presente ayer.

Tras una nueva entrega ayer de 449 firmas en el ayuntamiento --el colectivo suma ya 3.899: 2.073 físicas y 1.826 electrónicas--, uno de los miembros de la plataforma ciudadana, Fernando Figueroa, denunció que «el consistorio no está respetando el reglamento de Participación Ciudadana, ya que el ciudadano nunca recibe informes previos de lo que se debate o llega a las Mesas de Contratación». En ese sentido, Figueroa habló sobre la posibilidad de acudir al a vía legal.

En primer lugar apuntó la opción de realizar un escrito que incluya una serie de alegaciones, al que sucedería un escrito de alzado, posteriormente un recurso de reposición y, por último, acudir a la vía contenciosa-administrativa. Opción que fue descartada debido a tratarse de un proceso largo, costoso económicamente y que no garantiza que se le dé la razón a la ciudadanía.

En resumen, la plataforma ciudadana contraria a la nueva zona azul y la subida del precio del bus urbano realizará tres acciones paralelas para tratar de frenar ambos proyectos, mirándose en el espejo de otras ciudades como Plasencia o Badajoz, donde la zona azul llegó a implantarse pero se retiró tiempo después.