Los servicios de Otorrino, Cirugía Plástica, Ofalmología y Traumatología que hasta ahora se prestan en el Virgen de la Montaña serán los primeros en trasladarse al nuevo hospital de Cáceres, tal y como avanzó ayer el director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Ceciliano Franco. Otros servicios como Geriatría, Salud Mental y Alergias se trasladarán al San Pedro de Alcántara, con el objetivo de desmantelar cuanto antes el hospital Virgen de la Montaña, cuyo cierre urge porque «su estructura no está adaptada en estos momentos para una actividad hospitalaria», señaló Franco.

Ayer se reunió con el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Cáceres, Luis Salaya, y con la concejala socialista, Belén Fernández a petición de estos últimos, interesados en conocer el estado en el que se encuentran las obras del nuevo centro hospitalario. Según el gerente del SES los trabajos están avanzados y se espera que puedan concluir durante el primer semestre del 2018, para poder a comenzar el montaje del hospital (colocación de mobiliario) antes de finales de ese año.

El objetivo es que esté operativo durante los primeros meses del 2019. La obra lleva unos meses de retraso, ya que debía haber finalizado durante el pasado verano. Ya se está redactando el plan general de apertura que se está llevando a cabo con empresas especializadas en apertura de hospitales. Está aún por decidir si la apertura se hará de una vez o por partes.

Realmente lo que se abrirá será la primera fase del hospital, la única que se encuentra construida. La segunda fase saldrá a licitación el próximo año. Ya se están preparando los pliegos para el concurso, avanzó Ceciliano Franco. La finalidad, añadió, es que la obra de esta segunda fase pueda contratarse a lo largo del 2019.

ENFRENTAMIENTOS / Precisamente la apertura por fases ha generado en varias ocasiones enfrentamientos entre la Junta de Extremadura y el Partido Popular y el ayuntamiento, porque estos últimos defiende su apertura al completo. «El proyecto que estamos ejecutando es el del gobierno anterior, que ya estaba desarrollado y solo faltaba su licitación cuando llegamos al gobierno», recordó Ceciliano Franco, y aclaró que esta primera fase «son casi dos tercios del hospital completo».

«Hay muchas razones para abrir la primera fase del hospital. No es casualidad que el primer hospital en el que se haya colado un brote de gripe sea el hospital San Pedro de Alcántara, le falta espacio. Tampoco es casualidad que, cuando aumenta la actividad quirúrgica del hospital San Pedro, se colapse el área de Cáceres. El complejo hospitalario de Cáceres ha crecido en especialidades, por lo tanto se necesitan más salas de radiología, más salas de quirófano y más salas de exploración, porque no hay espacio suficiente y nosotros no vamos a explorar a la gente en los aparcamientos», agregó. Todo esto, añade, influye en los pacientes porque, si se colapsan los servicios, «tenemos menos posibilidades de atacar la lista de espera y de resolver sus problemas».

Urge además la apertura de esta primera fase por dos motivos, según detalló Ceciliano Franco. Por un lado porque la obra se ha financiado con los fondos europeos Feder, por lo que se obliga a que su finalización esté en una fecha determinada. De no ser así podría perderse esa cantidad. Y por otro, porque las instalaciones, que llevan diez años colocadas, se están quedando anticuadas. De hecho, según Franco, ya ha sido necesario realizar modificaciones en los quirófanos para adaptarlos a la nueva normativa.

cruce de acusaciones / Por otro lado Franco criticó que la alcaldesa, Elena Nevado, aún no se haya reunido con el Servicio Extremeño de Salud para coordinar la apertura del nuevo hospital. «Tuvimos una reunión con la alcaldesa cuando firmamos el contrato y nos pusimos a su disposición para llevar la obra de forma coordinada. A partir de ahí todo lo que hemos oído de la alcaldesa han sido golpes al sistema sanitario del área de Cáceres, lo que desacredita a un montón de profesionales que trabajan ahí», agregó Franco. Por su parte Luis Salaya pidió a Nevado que agilice la modificación del plan de movilidad para facilitar el tráfico al nuevo hospital y que dote al mismo de servicio de autobús y de parada de taxis.

El portavoz del equipo de gobierno local, Rafael Mateos, respondió ayer a las críticas de Franco y de Salaya. «Hay que tener una cara muy dura para venir a acusar al ayuntamiento de que el hospital no esté abierto en el 2017», señaló. Y añadió que el gobierno reivindica «la necesidad de un hospital y de que se mantengan los centros hospitalarios» actuales. «El único responsable -de que el hospital no esté aún abierto- es el consejero y el presidente de la Junta», concluye Mateos.