La casa de cultura de la barriada La Cañada se ha quedado sin las últimas puertas y ventanas que tenía. El edificio sufrió su enésimo robo el miércoles por la mañana. A plena luz del día, sobre las 11.30, se detectó la presencia de dos individuos llevándose la escasa carpintería de madera y aluminio que conservaba la instalación. Fueron detenidos por la policía local y trasladados a la comisaría para su identificación, según informó ayer la jefatura de la policía municipal.

Este nuevo robo agudiza el estado de abandono que sufre el edificio y que denunció hace menos de un mes el presidente vecinal, Juan Morán, quien ayer expresaba su sorpresa al conocer el suceso. "Ya no quedaba prácticamente nada, se habrán llevado las dos o tres puertas y ventanas que quedaban", aseguró.

Tras la denuncia del colectivo vecinal, el ayuntamiento colocó una nueva alambrada y una puerta para evitar el acceso al centro, mientras se realizaba un supuesto estudio --anunciado por el alcalde-- de la inversión necesaria para adecentar el inmueble y poderle dar uso. La alambrada ha sido cortada y la puerta, abierta, según declaró Juan Morán. "No ha servido de nada. ¿Qué clase de vigilancia iba a poner el ayuntamiento? ¿Cuánto se tarda en saber el dinero necesario?", se preguntó.

El presidente vecinal exigió ayer una actuación urgente en la sede social para que "deje de ser --en palabras de Juan Morán-- la zorrera que es hoy". Revistas pornográficas, preservativos usados, jeringuillas, botellas y todo tipo de basuras se acumulan entre las cuatro paredes del edificio.