Otros dos imputados en el caso de presuntos malos tratos habituales a menores en el hogar infantil Julián Murillo de la Junta de Extremadura, negaron ayer los hechos por los que han sido denunciados por tres compañeras del centro, según informaron fuentes judiciales. Ayer declararon ante el juez titular del Juzgado de Instrucción número 1, Federico Alba, los dos únicos hombres de los siete imputados en total. La semana pasada lo hicieron dos de sus compañeras y las tres últimas lo harán dentro de dos semanas.
Los cuatro imputados que han declarado hasta el momento han negado los malos tratos que se les atribuyen. A los dos trabajadores que testificaron ayer se le imputan, entre otros hechos, por ejemplo, que uno de ellos subió a un menor a un armario como castigo y lo mantuvo en él durante horas. Al otro, que dejara a los niños sin merienda una tarde, según informó a este diario uno de los abogados de los imputados.
La denuncia contra estos trabajadores fue presentada en agosto por tres compañeras, una de ellas actualmente en situación de baja laboral. Las denunciantes pertenecen a la plantilla que depende de la Junta de Extremadura y los denunciados, al personal de la diputación provincial, ya que en este centro conviven laboralmente dos administraciones.
EL MALTRATO En la denuncia, figuran hechos como propinar un tortazo, quedar sin cenar a alguno de los niños o zarandeos a otros, según las mismas fuentes, y algunos gritos e improperios. Sólo uno de los hechos citados figuran con fecha y ocurrió el 13 de agosto del 2008, en el que una de las imputadas zarandeó a una niña en el comedor porque no quería comer y luego, supuestamente, la abofeteó.
Las trabajadoras pusieron estos hechos en conocimiento de la Junta de Extremadura, quien derivó el caso a la Fiscalía. Fue entonces, tras tomar declaración a las denunciantes, cuando se presentó una denuncia formal en los tribunales por parte del Ministerio Público.
Los imputados achacan la denuncia a las diferencias internas que existen en el centro entre el personal de una administración y el de otra y niegan rotundamente que se hayan producido malos tratos habituales.
