El cantante extremeño Pablo Guerrero presentó anoche en el Gran Teatro de Cáceres su último trabajo discográfico Plata y con su particular voz y su música poética deleitó a un público de todas las edades.

El nuevo álbum de Guerrero, en el mercado desde finales de septiembre, está formado por 13 canciones y es --como él mismo comentó a este diario hace unos meses en una entrevista-- "un canto al amor, la magia y la aventura".

Una de las peculiaridades de este trabajo es que participan en él los tres guitarristas que le han acompañado en su dilatada carrera: Sáenz de Tejada, de los años 70; Sáiz, de los 80 y Luis Mendo de los 90.

"Quería que fuera un bálsamo para curar las heridas del alma", comentó el poeta este verano.