Un padre que hace dos años fue juzgado y condenado a 10 años de prisión por un delito de agresión sexual en la persona de su hija, de apenas tres años, volvió ayer a sentarse en el banquillo y volvió a proclamar su inocencia.

El fallo que a finales del 2001 dictó la sección segunda de la Audiencia Provincial fue recurrido por la defensa del procesado ante el Tribunal Supremo. Este declaró nulo todo el proceso, lo que obliga a repetir el juicio.

La vista, que se celebró ayer, se prolongó durante todo el día, desde las 10.30 a las 20.30 horas.

El acusado, un joven placentino, volvió a negar las acusaciones. "Jamás he abusado de mi hija, lo único que he hecho por ella ha sido luchar judicialmente para conseguir que su madre me dejara verla", manifestó, al tiempo que mostró su consideración de que si su exmujer le acusó de abusar de su hija "fue por sus problemas psicológicos y como venganza por separarme de ella".

La madre de la pequeña, por su parte, insistió en que si decidió acusar al que fuera su marido fue por "el comportamiento extraño" que observó en la niña cuando volvía de estar con él y porque así se lo aconsejó el abogado.

En este segundo juicio, el Ministerio Fiscal ratificó su petición de 10 años de prisión, así como el pago de una indemnización a la menor de 12.000 euros. La defensa pidió la absolución, "basándonos especialmente en la declaración de la niña, que ha reconocido que ha dicho lo que le habían indicado sus abuelos maternos".