La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio público de educación especial de Proa, el único de estas características de Cáceres, propone crear un nuevo edificio para los 80 niños discapacitados, en lugar de reformar el que ya existe. Alegan que tiene más de 40 años y "demasiadas deficiencias". Así lo analizaron ayer en una reunión el presidente de la AMPA, José María Tovar, y varios padres.

Las reivindicaciones de estos padres, que vienen trabajando desde hace tiempo por sus hijos pero que crearon la asociación hace un año, se centran en el deterioro de las infraestructuras del centro, dependiente de la Consejería de Educación, y en la "mala imagen que se proyecta de él". "Queremos que cambien la imagen tercermundista del colegio. Hay que hacer un borrón y cuenta nueva porque el centro no encaja en el actual progreso de políticas sociales, se ha quedado obsoleto. Sería importante incluso cambiar el nombre", declaró ayer Tovar a este diario.

El edificio del centro, que además de ser un colegio de educación especial es una residencia, tiene más de 40 años de historia y es propiedad de Caja Extremadura, que lo puso en marcha a través de su obra social. Por ello, la AMPA propone también que "la entidad bancaria recupere los terrenos --más de 50.000 metros cuadrado--, venda parte de ellos y con los beneficios invierta en la construcción de uno nuevo, incluso en el mismo sitio donde está el de ahora".

Estas reivindicaciones han surgido por que los padres dicen sentirse "olvidados por los administraciones" y por que aseguran que la situación del centro es "deprimente". "No estamos atacando a ningún político, porque no apoyamos ni a un partido ni a otro, sólo luchamos por nuestros hijos. Pero tampoco queremos que hagan política ni demagogia con nosotros. Entre todos podemos hacer mucho por estos niños, que tienen derechos como todos", señalaba un padre.

ROBOS Y DESPERFECTOS La AMPA señala que el colegio sufre la contradición de que, a pesar de contar con "mucha dotación de personal y profesionales", las instalaciones "están muy deterioradas". Así, se quejan de que falta seguridad porque no hay alarmas --este verano ha habido cinco robos incluso estando los niños en el colegio-- y de que tanto las persianas como las ventanas, radiadores y baños están "en muy malas condiciones".

El director del centro, Sixto Iglesias, señaló que "apoya las reivindicaciones de los padres", porque --según dijo-- es "obvio que el colegio necesita mejoras muy complejas" y aboga también por la construcción de un nuevo centro. Pero además añadió que la Consejería de Educación ya está estudiando esta posibilidad y que dos altos cargos de la Junta de Extremadura han anunciado una visita al centro para este mes.