Los padres de alumnos de Infantil de los centros privados concertados se muestran inquietos por la posible pérdida de las plazas de sus hijos. Son conscientes de que la implantación en el curso 2006-2007 de la Educación Infantil gratuita va a suponer un alto incremento de las solicitudes en estos centros y temen que esto provoque que niños ya escolarizados en cursos pasados en ellos se tengan que marchar.

Con la nueva baremación que fija la Administración puede haber escolares de 3 a 5 años ya con plaza en estos centros que las pierdan a favor de los que las soliciten por primera vez, "algo que estamos seguros ocurrirá y la verdad es que nos preocupa, y mucho, que nuestros hijos tengan que cambiar de colegio".

Es la valoración de un grupo de padres de uno de los siete colegios en los que puede producirse esta situación, los privados que por primera vez en el próximo curso tendrán la enseñanza Infantil concertada (Diocesano, San Antonio de Padua, Nazaret, La Asunción-Hermanas Josefinas, Licenciados Reunidos, Sagrado Corazón y Giner de los Ríos). Hay otros cuatro (Las Carmelitas, Paideuterion, San José y María Auxiliadora) que ya vienen impartiendo gratis Infantil, por lo que en éstos no se prevén problemas de este tipo, al aplicarse ya la baremación de la Administración.

Todos muestran su inquietud, pero hay una asociación de padres, la del colegio Diocesano, que han decidido ir más allá y no esperar al resultado del proceso. Se niegan a tener que volver a solicitar plaza cuando sus hijos ya fueron admitidos en Infantil en años pasados, "y como la única respuesta que nos dan los responsables de Educación es que la ley es la ley y hay que cumplirla", y han decidido remitir un escrito a la consejera de Educación exigiendo que se adopten las medidas necesarias para evitar que los niños que ya están en estos centros se tengan que marchar. "Entendemos que la ley se ha de cumplir, pero también que se ha de tener en cuenta a estos niños, por lo que o bien se les da prioridad, incluyendo en la baremación puntuación para los que ya están en los colegios cursando Infantil, o bien la Junta habilita más aulas en aquellos que se necesiten, pues no que no es de justicia es echarlos, dejarlos sin su plaza".

PIDEN TRANQUILIDAD Desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de centros católicos (Fecapa) se reconoció ayer a EL PERIODICO que son muchas las asociaciones de padres que les han transmitido esta inquietud por el posible desplazamiento de escolares de unos a centros a otros que va a provocar la enseñanza Infantil gratuita. "Esta inquietud de los padres, sobre todo de aquellos que ya tienen a sus hijos en la etapa Infantil en centros concertados, es lógica y hay que entenderla, pero les pedimos tranquilidad, pues los responsables de Educación de la Junta nos han asegurado que habrá flexibilidad y se intentará hacer todo lo posible para que ningún niño se tenga que desplazar o, al menos, para que los que se vean afectados por cambios sean los mínimos", indicó Domingo Expósito, presidente de la Fecapa.

Este advirtió del beneficio que supone para las familias la gratuidad en la enseñanza Infantil, así como que el hecho de asumir la concertación en Infantil, "algo que además veníamos reclamando desde hacía tiempo y que ahora tenemos", supone tener que acogerse a las normas de baremación de la Administración. "Podemos opinar que quizás habría que mejorar esta baremación, que habría que revisarla, pero para este próximo curso hemos de asumir ya la que hay y confiar en el compromiso de la administración de intentar que la nueva situación cause los menos daños posibles".

Por ello, desde la Fecapa se pide a los padres que no adopten ningún tipo de medida y esperen a conocer el resultado del procedo de selección.

Esta opinión la comparten los directores de los centros concertados, que tras la reunión que ayer mantuvieron con la directora provincial de Educación, el inspector-jefe y el presidente de la Comisión de Escolarización calificaron ésta de "satisfactoria". Mostraron la buena disposición de la Administración, "que ha asegurado que se intentará causar el menor trastorno posible, aunque lógicamente cumpliéndose a rajatabla la ley".

La nueva normativa, se puntualizó, y así lo confirmaron también responsables de la Consejería de Educación, se aplicará con todo rigor, pero en el caso de los escolares de 4 y 5 años, que son los que ya están en centros, anunciaron, "se tratará de ser flexibles, tratando incluso caso por caso, para ver las circunstancias de cada uno de ellos".